El sindicalista indicó que los chicos va para: “tener un mango durante la semana o para el sábado para salir, para comprarse alguna ropa o como salí yo, para ayudar a los padres a parar la olla”.
“Nosotros estamos acompañando, yendo y viendo con nuestros afiliados que son de la obra social. Por ahí medio de oficio porque la verdad es que es lamentable y triste ver a los compañeros como los llevan a los chicos, como hacen abuso, por el momento que están viviendo se abusan porque son chicos y les pagan lo que quieren”
“Hace años que venimos peleando con estos pseudo-empresarios que no les interesa nada. Aprovechan la época del arándano y quieren salvarse en un mes y medio o dos meses”, expresó.
El trabajo de menores de 16 años está prohibido desde que se promulgó la ley Nº 26.390 que prohíbe el trabajo infantil (menores a 16 años) en cualquiera de sus formas en forma explícita y taxativa. Hasta ese momento, la edad mínima había sido en primera instancia de 14 años hasta junio de 2008 y luego de 15 años hasta el 25 de mayo de 2010.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, afirmó en septiembre pasado que “lo más importante es dejar institucionalidades a la hora de combatir el trabajo infantil” y pidió que el Congreso apruebe el proyecto de ley que “sanciona penalmente” esa actividad. Una iniciativa del titular de Legislación del Trabajo, Héctor Recalde (Frente para la Victoria) establece que aquellas personas físicas que utilicen a un menor de 16 años para trabajar en provecho propio o de un tercero serán reprimidas con prisión de dos a cuatro años. Otra similar, de los diputados del bloque Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, Ariel Basteiro, Carlos Heller, Jorge Rivas y Vilma Ibarra, establece que la pena será de uno a tres años para aquellos que utilicen menores de 16 años para provecho propio y de tres a seis años cuando la víctima fuere menor de 13 años.
Camejo califica a los titulares de las agencias de servicio como pseudos empresarios. “Es indignante el manoseo. Por ahí uno se pone mal con todo esto que está pasando. Mando a la gente a que vayan a trabajar y a controlar porque la verdad es que ese manoseo que le hacen a la gente es terrible”, expresó. “Una impotencia siente uno cuando ve esta situación”, señaló.
“Hemos detectado una agencia con 1300 trabajadores. Por eso manotean al que sea y sabés que el empresario que los lleva. Lo das vuelta y no tiene ni para pagarle a un nene si lo llega a picar un bicho”, indicó el gremialista.
Además se quejó de la falta de acompañamiento de Uatre para fiscalizar las condiciones de trabajo. “No le interesan los derechos de los trabajadores. Sólo le interesa algún mísero aporte”, manifestó el titular del Sindicato de la Fruta.
Respecto de los empresarios, propietarios de las quintas, sostuvo que recibió cartas documento y amenazas, en algunos casos. “No me interesa, yo voy a seguir adelante. Me tratan de muchas cosas pero voy a seguir defendiendo a los trabajadores”, expresó.