48 horas después del hecho del 21de septiembre, que ocasionó las graves lesiones al menor Aldana, y finalmente acabaron con su vida, DIARIOJUNIO, recorrió el lugar y habló con las personas que habitualmente se congregan allí para recoger material que puedan vender como chatarra para reciclar. No era la primera vez que recorremos el Abasto, pero de todas formas las sorpresas fueron muchas.
Que en ese predio exciten sectores indicados y habilitados para cada tipo de residuos, de acuerdo a su peligrosidad, toxicidad y tiempo de degradación, es algo que se puede observar sólo leyendo la ordenanza que reglamenta la utilización del campo de Abasto, pero difícilmente alguien pueda notarlo recorriéndolo.
Frascos y ampollas de vacunas, bistouríes, agujas, y otros residuos de vidrio y metal que sobrevivieron a la acción del fuego, se acumulan en montículos que dan una pauta de que allí van a parar los residuos de hospitales y clínicas, sin ningún tipo de tratamiento, más que la simple quema en el lugar, justo a unos 5 metros de donde las vacas y los chanchos comen frutas podridas y otros desechos de la industria citrícola.
Un poco más retirado, está el sector al que los lugareños de llaman “de Masisa” donde se queman restos de madera, aserrín y otros desechos de la industria.
Está claro, que la gente identifica los sectores porque conoce los camiones que traen cada uno de esos residuos y con el tiempo los asocia, pero en los hechos, esas áreas están a una distancia de no más de 5 pasos entre sí, sin nata que impida que se mezclen. A muy pocos metros de allí, entre frascos quemados y restos de plástico derretido de lo que fueran sachets de suero, jeringas, etc, estaban los vestigios del incidente. Resto de polvo y cenizas.
Tan solo dos día antes, personal policial que trabajó en el lugar señaló a este diario que había en el lugar, restos de féretros, y materiales hospitalarios, situación que también fue captada por las cámaras del noticiero de canal 2, Central de Noticias.
Cuando DIARIOJUNIO recorrió el basural, ya no había féretros, pero sí restos de residuos hospitalarios, y la gente que recolectaba basura en el lugar, manifestó que “los cajones los traen del cementerio, porque son camiones de la municipalidad que los traen, pero ahora vinieron y limpiaron todo por lo que pasó con el chico este”.
Maximiliano Aldana, fue alcanzado por las llamas ocasionadas por una deflagración espontánea, que se produjo cuando el joven movió un tacho metálico, dentro del cual había un polvo químico, que hasta ahora no fue identificado. El tambor tenía el nombre de “Química True” una empresa radicada en Buenos Aires que produce todo tipo de solventes, thiner, lubricantes industriales, anticongelante y otros químicos.
Según explicaron los carreros que hablaron con DIARIOJUNIO, habrían sido depositados en ese lugar por la empresa Horizonte Gases. Los lugareños, manifiestan identificar la procedencia del residuo porque los camiones de esta firma “llevan el nombre y logo en la puerta” y señalaron además que a menudo los desechos se quemarían en el basural.
CONCEJALES
Pocos días después de la recorrida realizada por DIARIOJUNIO, hicieron los propio algunos concejales de Concordia, entre los que se encontraba Armanazqui. El edil, no titubeó al señalar que “era un caos como estaba el abasto” y que luego de esa visita los concejales pidieron una reunión con el Departamento Ejecutivo, que por no encontrarse Bordet esa semana en Concordia, fue presidida por el secretario de Gobierno Juan Domingo Orabona; a la que asistieron también el secretario de Obras Servicios Públicos, Luis Benedetto, y el de Salud y Medio Ambiente Mario Imaz. Según Armanazqui, tanto Orabona como los otros dos secretarios se comprometieron a materializar acciones concretas para ajustar el predio a los cánones establecidos por la legislación vigente y las normas municipales. “Estamos hablando de delimitar los sectores que establecen las normas con algún tipo de cercos o tejido, de mejorar la seguridad aumentando la cantidad de personal en el lugar, y por supuesto de intensificar el control sobre qué es lo que se tira ahí, en que condiciones y en que sector se lo hace” precisó.
El SILENCIO DE LOS FUNCIONARIOS
Tras insistir durante semanas, este diario no logró obtener ninguna respuesta desde las dos secretarías que tiene a cargo el área: El secretario de Salud y Medio Ambiente, Mario Imaz, siempre estaba en una reunión importante y su secretaria atendía los dos teléfonos celulares a los que llamamos, para darnos la misma respuesta. El secretario de Servicio Públicos, Luis Benedetto quien además se había comprometido a devolvernos el llamado y evidentemente lo olvidó. Y después de eso no atendió más el celular.
Ayer al mediodía, en un ultimo intento, antes de publicar esta nota, llamamos al teléfono celular de Imaz, quien para sorpresa del cronista, comenzó a levantar la voz y a responder simplemente que; “si no te atiendo debe ser porque no te quiero atender así que no me llames más”.tras la insistencia del cronista por la necesidad de contar con una versión del secretario como confirmación de los contenidos discutidos en esa reunión, y para que el funcionario tuviera la oportunidad de defender su propia gestión, ante lo que el diario pudo documentar y publica en esta nota, Imaz sentenció: “habla con Martinez, esa es mi respuesta, hablá con Martínez” refiriéndose al director de prensa municipal.
Tiempos de rara felicidad los que vivimos, en que se puede expresar lo que se siente es licito decirlo, por eso llama la atención la categórica negación del secretario de Salud y Medio Ambiente a responder preguntas de este medio, la reacción no puede hacer más que sugerir, que imagina cuales serán las preguntas y no tiene respuestas, o teme darlas. Pues aunque duela vale recordad que en el medio, esta negligencia se cobró una vida, y lo menos que se merece la familia de ese chico, es que las autoridades directamente relacionadas con el desatendido sector den alguna explicación.