Zonis citó para este miércoles a las 10.00 a Ferrario para tomarle indagatoria, aunque no dispuso su detención, algo que sí hizo con los dos anteriores acusados por delitos de lesa humanidad, Jorge Horacio Capellino y Gonzalo Jaime López Belsué, quienes debieron recientemente declarar en calidad de detenidos, fueron procesados con prisión preventiva y permanecen alojados en la cárcel de la capital entrerriana, informó el diario Uno.
El juez hizo lugar al pedido de indagatoria de los fiscales Mario Silva y José Ignacio Candioti, quienes meses atrás habían llegado a la conclusión de que Ferrario habría sido partícipe necesario de los delitos de Privación ilegal de la libertad y el Homicidio calificado de Miguel Darío Valiño y José Antonio Garza, cuyos asesinatos fueron presentados como el saldo de un enfrentamiento entre el Ejército y militantes políticos ocurrido en Paraná en agosto de 1977.
Ferrario era capitán auditor y jefe de la Sección Justicia del Comando de Brigada de Paraná, cuyo jefe era Juan Carlos Ricardo Trimarco, recientemente fallecido sin ser juzgado. El acusado habría tenido intervención en la entrega de los cuerpos de Valiño y Garza a sus familiares.
Falso enfrentamiento
Un comunicado del Segundo Cuerpo de Ejército publicado en el diario La Nación el 5 de agosto de 1977, informaba que las fuerzas armadas habían “abatido” a “delincuentes subversivos marxistas leninistas”, en un enfrentamiento ocurrido el día 3 en Paraná. A principios de 2011, la investigación de los fiscales determinó que esos enfrentamientos eran falsos y que las víctimas no habían sido abatidas, sino asesinadas.
Una vez que recuperaron los cadáveres, familiares de las víctimas recibieron como explicación en el Comando de Paraná, que se había cometido “un error” con los asesinados.
Garza, conocido por el sobrenombre de Pecos, era oriundo de Tres Arroyos, tenía 27 años y era militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Se cree que estuvo detenido en el CCD conocido como La Escuelita, una vieja casa ubicada detrás del Comando del V Cuerpo de Ejército de Bahía Blanca. También hay pistas sobre su detención en dependencias de la Armada.
Valiño había pertenecido a un grupo de boys scouts, en Caseros (partido de Tres de Febrero, Buenos Aires), a principio de los años 70. El grupo se llamada San Francisco de Asís y estaba liderado por un sacerdote tercermundista al que llamaban padre Mario. Fue secuestrado en la fábrica Zanella, en Caseros.
Antecedentes
Ferrario está mencionado, por otra parte, como uno de los represores que se desempeñó en el Centro Clandestino de Detención de Campo de Mayo, según el libro “Campo santo”, de Fernando Almirón.
Con el regreso de la democracia, estuvo implicado en el caso del soldado Omar Carrasco, asesinado en el Grupo de Artillería 161 de Zapala, Neuquén. El militar y abogado estuvo procesado por el encubrimiento de ese crimen, como coautor del delito de falsedad ideológica de instrumento público (adulteración) en el sumario militar que se ordenó para investigar el caso.