La cuestión era que hasta antes de al ordenanza un concejal cobraba el equivalente a un sueldo y medio de la categoría 1 de la escala salarial que perciben los municipales. Éste se ubica en alrededor de los 3.900.
Por ende, la dieta del edil rondaría los $ 5900. De esos casi 6 mil pesos, se calculaba para “Gastos de Representación” (lo concerniente a erogaciones relacionadas con asesoramiento profesional, encuestas o hasta llamados telefónicos que realizan para desarrollar su trabajo los ediles) hasta el 50% de la dieta. Es decir que, haciendo uso del máximo porcentaje posible (recuérdese que dice “hasta”), lo ediles están cobrando hoy los $ 5900 mas el 50% de esa cifra, o sea 2950 aproximadamente. En total, un concejal chajariense está llevándose a su bolsillo –actual y aproximadamente- unos 8.800 pesos.
Pero la Ordenanza aprobada a comienzos del mes de agosto expresa que los “Gastos de Representación” podrán ser elevados hasta un 100% sobre la dieta. O sea, los ediles pueden llegar a cobrar hasta el doble de lo que perciben como dieta, o bien cobrar el equivalente a un 60, un 70 o un 80% de la cifra fijada como tal (5900). Pero también puede que se mantenga el 50% sobre la dieta y sigan cobrando lo mismo.
¿De quien dependía y actualmente sigue dependiendo fijar el porcentaje que se tomará como “gastos de representación”? De la presidente del cuerpo deliberativo, en este caso, la viceintendente Diana Verdun. La máxima autoridad del cuerpo legislativo tiene la facultad de determinar una cifra porcentual diferente a la actual, y hacerlo en cualquier momento del año.
Por el momento, no ha habido resolución por parte de Verdun que modifique el porcentaje sobre la dieta, por lo que todo queda como está, y los ediles, al menos en setiembre, percibirán lo mismo que venían percibiendo (los G. de R. seguirán siendo el 50% de la dieta), es decir, cifras como las más arriba mencionadas.