“Que Entre Ríos esté participando de las mesas de implementación de tecnología médica -a través de la Subsecretaría de Ciencia y Tecnología- muestra ya la masa crítica que tiene en este sector. El Plan Nacional de Ciencia y Tecnología es la hoja de ruta que nos permite formalizar actividades en el presente, es decir, a dónde queremos llegar en materia de ciencia y tecnología y sobre esa base se estructura, no sólo el financiamiento sino también la formación de recursos humanos”, precisó Barañao.
“A diferencia de otros planes que se han hecho en épocas pasadas, este plan apunta a fortalecer el sistema a través del aumento del número de investigadores en las provincias. Hay provincias que históricamente estuvieron relegadas en la distribución de recursos humanos y eso hacía que hubiera un círculo vicioso. La provincia no tenía investigadores, por lo tanto no podía recibir financiamiento. Estamos revirtiendo eso activamente, este convenio es parte de esa política”, señaló el ministro nacional.
“La idea es que Entre Ríos pueda aprovechar el potencial que tiene en muchas de sus cadenas productivas, incorporando ciencia y tecnología para lo cual tiene que tener una actividad local. Hay que radicar investigadores en la provincia”, remarcó.
“Además plan nacional de ciencia y tecnología está estructurado sobre núcleos socio-productivos. Esto es una innovación de pensar la ciencia, no como una actividad metropolitana-elitista, sino como una actividad profundamente involucrada en el desarrollo de la producción a nivel federal. O sea, esto está pensado con la incorporación de conocimiento a cadenas productivas que ya existen o cadenas que pueden desarrollarse en distintas regiones del país”, añadió Barañao. Aseguró además que “uno de los componentes centrales es el sector agroalimentario, ahí Entre Ríos tiene un papel muy importante que jugar”.
La universidad en Entre Ríos es un factor fundamental, no sólo de formación de recursos humanos sino de investigación. “Me parece muy importante asociar a la universidad, tanto a la creación de conocimiento, fortaleciendo sus capacidades, como a la actividad productiva. Las Universidades, también en el pasado, estuvieron alejadas de la producción por visiones neoliberales, que hacía que la tecnología fuera algo que se compraba”.
“Hoy por hoy las Universidades Nacionales tienen la responsabilidad de participar activamente, no sólo en la mejora de la comunidad de las empresas, sino garantizando que sus recursos humanos pueden, no sólo ser empleados, sino generar trabajo para otros. Esa es la principal asignatura que tiene que cumplir una Universidad pública, que aquel que no ha podido ir a la universidad por distancia o por recursos económicos, vea en el egresado de la universidad alguien que lo pueda emplear y le pueda dar un trabajo digno”, finalizó