La escuela N° 3 Tomás de Rocamora recibió a un centenar de trabajadores y sindicatos privados, dirigentes de los gremios de base que integran la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) y la conducción provincial de la Central, quienes sesionaron en el Primer Encuentro de Trabajadores y Sindicatos Privados que culminó la jornada con un unánime consenso en construir organización desde la unidad de los trabajadores del sector estatal y privado y hacia el interior de este último sector.
El secretario general de la CTA Luis Galligo destacó la importancia de la organización de los trabajadores privados dentro de la estructura de la Central. En ese sentido, manifestó que el encuentro es el impulso “para trabajar hacia adelante y construir esta alternativa en otros departamentos de la provincia”. En ese sentido destacó: “Es fundamental que exista dentro de la CTA la participación de los trabajadores privados para impulsar con más fuerza los reclamos de todos los sectores”.
La dinámica de plenario otorgó la posibilidad de hacer uso de la palabra a muchos trabajadores que relataron sus experiencias, destacándose la coincidencia en el despido como respuesta a las iniciativas de organización de los trabajadores. En el mismo sentido se coincidió en que la movilización organizada, aún por fuera de las estructuras sindicales tradicionales, logra la reincorporación del trabajador despedido, si bien no neutraliza la decisión de las patronales en desarticular todo germen de organización de los trabajadores.
Por su parte, Fabián Vallejos del SUTMA sostuvo que “no se plantea que los trabajadores se vayan de los sindicatos que los representan, sino que se organicen para reclamar por sus derechos y puedan enfrentar los abusos e incumplimientos de conquistas de los trabajadores”, y agregó “el planteo es la organización de los trabajadores del sector privado”. Entre los casos que se mencionaron se destacaron los de tres trabajadores de la industria textil de Gualeguaychú y el de un obrero de la industria del plástico de Paraná.
Con el objetivo de la unidad y la organización, se planteó, en el plazo más inmediato, “tener en todos las fábricas de Entre Ríos, delegados que entiendan las problemáticas que afectan a los trabajadores y se ocupen de darles respuestas válidas”.
El objetivo de lograr la organización del sector privado en el seno de la CTA derivó en la fijación de una agenda que incluya el análisis de la situación económica global, la posición del rechazo de la precarización y tercerización laboral, entre otros temas de igual importancia. Esto cristalizó en la necesidad de poner en valor la construcción de la Central “porque tiene una historia que entronca con las mejores historias de lucha de la clase obrera argentina”.
Entre los temas que surgieron al calor del debate y de los numerosos aportes de propia voz de los protagonistas, se mencionó la inexplicable demora del gobierno nacional en otorgar la personería gremial a la Central. En ese sentido se cuestionó que la dilación solo favorece un “unicato sindical” que conspira contra los intereses de los trabajadores. Así, se recuperó el sentido fundacional de la CTA cuando “en plena crisis de los ’90 dimos la pelea en condiciones muy adversas para construir un modelo sindical más humano, que tenga en cuenta a la familia, que es la que más sufre con la pérdida de derechos y la inestabilidad laboral”.
En el análisis se coincidió en que la CTA “no tiene la legalidad que le niega el gobierno central pero cuenta con la legitimidad que consiguió tras años de trabajar cara a cara con los trabajadores en todo el territorio provincial”.
Las organizaciones del sector privado estuvieron representadas por: Sutma, Sindicato de Tarjeteros Y Estacionamiento, Trabajadores de la Industria de la Madera, Corriente Sindical Agustín Tosco, Trabajadores Textiles, Trabajadores Químicos, Trabajadores del Parque Urquiza de Paraná, Utcer, Trabajadores de Taxis, Satraseg, Ammar y Trabajadores Cuentapropistas.