La otra persona que brindo su declaración fue Josefina Grenz, ex esposa de Martínez Paiva. Grenz afirmó que cuando le allanaron la casa en la que vivía con Martínez, en julio de 1976, le sustrajeron un importante monto de dinero. Otro dato importante es que el tribunal programó para el 18 Mayo el traslado, junto con todas las partes, a Concepción del Uruguay para realizar un inspección ocular de los destacamentos del la Policía Federa y del Regimiento de dicha ciudad.
La sexta jornada de testimoniales del juicio caratulado “Haguindeguy y otros” en el que se investigan en esta etapa en particular delitos de lesa humanidad cometidos en la ciudad de C del Uruguay. En la audiencia de hoy la primera en declarar fue Josefina Grenz, quien fuera esposa de Martínez Paiva en 1976, cuando a Paiva fue secuestrado por un grupo de tarea de la Policía Federal. Grenz narró ante el tribunal como fue el día que le allanaron la casa, al respecto dijo “el 19 de julio de 1976 llegaron 7 personas, yo estaba sola con mis dos hijos de 3 y 4 años, y estas personan empezaron a dar vuelta la casa”. La mujer afirmó que luego del allanamiento, al que caracterizo como muy violento porque todo el tiempo la tenían contra la pared apuntándole con un arma, le faltó de su casa ropa de su marido y una importante suma de dinero que estaban ahorrando con Paiva para comprarse un auto.
Esa misma noche Paiva fue detenido a pocas cuadras de su casa por personal de la Policía Federal. Josefina contó que luego de muchas averiguaciones y ya pasado varios meses pudo dar con el paradero de su marido. “Lo ví después de muchos meses en Gualeguaychú. Estaba muy mal, psíquica y físicamente” dijo Grenz con respecto a su primer encuentro con Paiva luego de meses de detención. En lo que siguió de su relato Grenz contó lo difícil que fue salir adelante luego del allanamiento y el secuestro de su marido. Dijo que ella no tenía trabajo y le habían robado el dinero que tenían ahorrado por lo que se vio obligada a “internar a sus hijos en la escuela maternal”. Luego de eso tuvo que salir a buscar trabajo para poder mantener a sus hijos.
Grenz declaro que cuando Martínez Paiva fue liberado quedó con marcas en la espalda y en los brazos producto de las torturas sufridas durante el tiempo que estuvo privado ilegalmente de su libertad, y dijo que psicológicamente volvió “mal, muy mal” todo el tiempo con miedo de que lo vuelvan a secuestrar.
Las otras personas que comparecieron hoy fueron Marta y María Felguer, quienes brindaron su testimonio mediante teleconferencia desde C del Uruguay. La primera en declarar fue Marta quien dijo que cuando sucedió el allanamiento en su casa ella se encontraba viviendo en Buenos Aires y que todo lo que sabe de ese hecho es lo que le contó su madre. “Lo narrado por mi madre fue que una noche golpearon la puerta de mi casa en Gualeguychú, entraron a empujones, voltearon a mi padre al piso y revolvieron todo en busca de mi hermano. Sin embargo, él estaba haciendo el servicio militar en Villaguay”.
Marta contó que semanas después se enteraron de casualidad que a su hermano, Jorge
Orlando Felguer, lo habían visto en el regimiento de Gualeguychú. Luego de esa noticia Marta viaja con su marido, José Risaralda, a Gualeguaychú. “Ahí nos entrevistamos con el Mayor Valentino que nos dijo que mi hermano estaba detenido e incomunicado” narró la testigo, quien que Valentino le prohibió ver a su hermano y le manifestó “que había varios chicos que andaban matando militares”.
Marta Elida señaló que tras la detención de su hermano, él quedó en shock “durante muchísimos años”, y relató: “Sentía que lo perseguían, no podía salir a la calle. Cuando lo dejaron en libertad estuvo en casas de parientes, y en el campo. Anduvo de lugar en lugar porque no sabía si lo estaban buscando”.
La audiencia pasó a cuarto intermedio hasta el próximo miércoles cuando se reanuden los testimonios.
