Según informó el diario Uno, la policía confirmó que el hombre sigue detenido en la Alcaidía de Tribunales esperándo que se resuelva su situación procesal. El religioso fue detenido, luego de que personal de la División Robos y Hurtos le allanara la vivienda donde se secuestraron 16 kilogramos de cocaína, que tendrían un valor en el mercado negro de $800.000 pesos, y 10 armas de guerra junto a 500 proyectiles.
Por esta última situación, los funcionarios judiciales en turno están esperando los detalles del procedimiento policial para analizar si se está frente a un Acopio de Armas, lo que llevaría a que la causa también se investigue en la Justicia Federal de Paraná.
Está por demás decir, que si se comprueban los delitos, el detenido podría enfrentarse a una condena que implica muchos años de cárcel.
El predicador evangélico y trabajador de una reconocida empresa de aberturas del Parque Industrial de Paraná, fue sorprendido por los policías cuando llegaba de la firma ubicada en la parte este de la capital entrerriana.
Sus familiares ayer lo visitaron y acordaron buscar un abogado del foro local para que asuma su representación.
Refuerzo policial
En tanto, el juez Grippo por estas horas cuenta con mayor presencia policial en su Juzgado, habida cuenta de la existencia de las armas y de la droga que se encuentran en las dependencias internas.
“Es un perejil”
El detenido sería un “perejil”, utilizando un término clásico de la jerga de los narcos.
Fuentes vinculadas al caso sospechan que el hombre simplemente “guardaba” las armas y la droga del organizador de la banda narco en la parte este de Paraná.
Ante esto, se especulaba con que el detenido diga la verdad y cuente de quién era la droga y las armas. Es posible que el pastor deba pedir protección policial a la justicia para él mismo y su familia, que sigue viviendo en el barrio Hijos. “Dependerá de él comerse las dos causas o bien decir la verdad, ya que es un predicador evangélico y los mismos no mienten”, habría advertido un allegado.