Galarraga recordó que el calendario de pago se había normalizado luego de la gobernación de Mario Moine. “Se venía pagando en tiempo y en forma”. No obstante, indicó que en 2008 el gobierno sacó un decreto donde justificaba la extensión del cronograma hasta el día 10. “No obstante, en los últimos meses, se han excedido del día 10 y se afecta a los sectores que menos ingresos tienen”, argumentó.
Si bien los últimos días de pago se reservaban para los empleados y funcionarios de mayores ingresos, el gremialista sostuvo que en estos momentos hay personal del COPNAF que cobra en ese lapso. “Son sectores de bajos ingresos”, esgrimió.
Galarraga indicó que las tarjetas, los alquileres ni los servicios públicos contemplan los atrasos en los vencimientos. “Tienen que pagar los recargos. Entonces a los bajos sueldos que ya tienen de la provincia tenés que agregarles los pagos por mora en aquellos servicios que estás pagando después de los 10 días”, manifestó. A eso le sumó que el 10, 11 o 12 un empleado público no tiene “absolutamente un peso en el bolsillo”.
¿El atraso en el calendario es una señal de dificultades económicas? Galarraga dijo que hay dificultades. Por ello le pidió al gobierno que “se sincere”. No obstante, se hace “una propagandización de una gran administración cuando están pasando estas cosas afectando a los sectores de menores ingresos”.
¿Se puede interpretar como una señal desalentadora el retraso a poco de comenzar a negociar la paritaria? El gremialista recordó que en 2009 no recibieron ningún aumento y llegan a la actualidad con un retraso de un 18 o 19 % respecto de la inflación del año pasado y del actual. “Para poder recuperar mínimamente el salario que habíamos tenido en el 2008, tenemos que estar hablando arriba de un 30 % de aumento salarial”, especificó.
De la misma forma, anticipó que las negociaciones paritarias van a ser “muy difíciles” y subordinó el éxito de las mismas a la coordinación con otras entidades gremiales como la nueva conducción de Agmer. “Tenemos que ver como podemos pelear el recupero del salario que ha caído bastante en la provincia”, aseguró.
Más adelante, Galarraga señaló que el salario de un trabajador de la provincia está “bastante por debajo” si se lo compara con el de un empleado de la Nación. “Pero lo más preocupante es que en septiembre fue determinado el Mínimo, Vital y Móvil en $ 2300 y el que menos gana en la provincia gana $ 2080. Ahí nomás tenemos $ 220 por debajo de lo que ningún trabajador debería estar ganando”.