El 90 % de los vehículos utilizados para cometer un delito ha sido una moto. Y difícilmente un motochorro circule respetando las normas de tránsito y con los papeles en regla. En tal sentido, la Policía puede solicitar no sólo las luces o el casco sino también los seguros, la chapa patente o la documentación que acredite la propiedad del vehículo. “Nos ha sido sumamente fructíferos para que en el ámbito de la ciudad los delincuentes conocidos como motochorros no se puedan mover con tanta libertad”, señaló.
La Policía, a diferencia de tránsito, realiza operativos alternativos e itinerantes a los efectos de generar un “efecto sorpresa”, explicó. “Estos operativos no son tan intensivos como los que realiza el municipio en virtud de que la prioridad es la seguridad y la prevención de hechos delictivos y controlar el orden público”, dijo.
No obstante, sostuvo que levantan numerosas actas debido a la cantidad de infracciones que los efectivos observan a diario. “Esto es algo que nos preocupa porque no hay una concientización de los ciudadanos al momento de transitar”, dijo. En tal sentido, se refería en mayor medida a la falta de casco con la que suelen concurrir muchos motociclistas. “Estamos viendo a diario accidentes donde los motociclistas sufren serias lesiones en el cráneo. No sólo sufren lesiones graves o gravísimas sino que hemos tenido que lamentar la pérdida vidas humanas”, acotó.
La Policía no lleva la cuenta de la cantidad de infracciones que levanta. “Por ahí son 20, por ahí son 30” dijo el comisario. No obstante, manifestó que en todos los casos deben llamar a las autoridades de Tránsito para que procedan con el secuestro. No obstante, sostuvo que ese procedimiento los limita para poder seguir llevando a cabo tareas de prevención dado que deben esperar que lleguen los inspectores de Tránsito.