“Estos dos acontecimientos tienen un significado muy claro, donde la intolerancia y el autoritarismo del partido gobernante queda al desnudo, creyéndose dueños absolutos del poder, y por lo tanto de imponer sus ideas ( ¿ideas? ) con hechos y metodologías dignas de los gobiernos totalitarios y dictatoriales de los cuales tenemos muy tristes recuerdos.
Los Radicales no somos sus enemigos, somos simplemente, adversarios políticos, que tenemos otra óptica de cómo se maneja el poder y como es vivir en democracia, además, no creemos en el pensamiento único ni en la soberbia del que ocasionalmente ejerce el poder.
Acusamos, por este accionar -hasta que se demuestre lo contrario- al partido oficialista, y al gobierno provincial, de incentivar la violencia con metodologías que creíamos desaparecidas de la vida cívica argentina. Exigimos además, a la justicia entrerriana el rápido esclarecimiento de este gravísimo acontecimiento delictivo perpetrado en el marco de esta campaña electoral, para que estos hechos aberrantes no sucedan “nunca más”. Repudiamos enfáticamente la violencia política en todas sus expresiones, finaliza diciendo la nota enviada.