Mientras compartíamos unos mates, intenté señalarle a mi amigo las políticas proteccionistas que el gobierno de Cristina Fernández viene consolidando desde hace un tiempo, que se ven reflejadas en los aranceles para las importaciones de artículos de lujo, como los teléfonos celulares y GPS importados, que ya tuvieron como respuesta la instalación de fábricas nacionales, o de capitales extranjeros, pero que comenzarán a producir esos artefactos en la Argentina, generando empleo genuino y abonándole al Estado los impuestos correspondientes.
También le señalé el caso de los automóviles importados de alta gama, que también fueron limitados por aranceles, y cuya consecuencia fue la variada oferta de modelos de alta gama, que comenzaron a fabricar en Argentina, firmas como la Renault (con fábrica en Córdoba) para captar el mercado interno predispuesto a ese tipo de productos. La venta de autos –claro está- sigue en asenso y en las fabricas –me consta- los obreros trabajan a más no poder de horas extras mientras corren los rumores de ampliación de la planta de operarios para después de las elecciones “siempre y cuando todo siga igual” aseguran.
Pero mi amigo me dice que no, que eso no es tan así, que eso es insignificante al lado de lo que se podría hacer, que: “Estos están haciendo un negociado enorme y lo que vos crees que es política de Estado no es nada más que cosmética”
Faaaaa… me tiró con una frase el loco.
Trago saliva, pienso un poco (a los fines de no contestar cualquier gansada que pueda llegar a ofenderlo) y mientras cambio la yerba del mate le contesto que no me parece que se pueda ir a un ritmo más aprisa del que está marchando hoy la Argentina, en esta carrera hacia la industrialización, cuando hablamos de un país que fue desmantelado durante más de 30 años de gobiernos vende-patrias, que cuando no fueron cultores de la teoría imperialista de la división internacional del trabajo, fueron abiertamente neoliberales y promovieron políticas que destruyeron la industria nacional. Le explico que a mi modesto entender, si fuéramos más rápido, no podríamos cubrir las demandas de esas fábricas, que aún hoy, se quedan sin gas cuando llega el invierno, por falta de infraestructura para traer ese hidrocarburo que abunda en nuestra Patagonia, pero que hay que extraerlo y transportarlo en gasoductos, que no fueron construidos en años, por ninguno de los gobiernos anteriores; y que en consecuencia, creo que se avanza al ritmo de lo posible.
Uno de los ejemplos que puse para graficarle esta cuestión, fue un recorrido a la represa hidroeléctrica Yacyretá que había hecho cuanto estuve en la secundaria. En esa visita, tuvimos la oportunidad de ver la curva de consumo del sistema interconectado nacional, de energía eléctrica, y para sorpresa de todo el contingente, el técnico a cargo de operar 20 turbinas del brazo principal de la represa más grande del país, nos explicaba que si ocurriera una tormenta o un eclipse que hiciera que se encendieran todas las luces de la ciudad de Buenos Aires, esa curva cambiaría considerablemente, obligando a la represa a generar más energía. No es un dato menor, que según nos explicaba este técnico en los países industrializados el alumbrado público es un valor tan pequeño en la curva de consumo eléctrico, que si ello ocurre por ejemplo en Inglaterra, la variación sería imperceptible, ya que la industria de ese país consume tanta energía eléctrica que hace proporcionalmente menor el costo de alumbrado público. Demás está decir que con esa imagen a los 14 años (2001), nos enterábamos que para crecer industrialmente no solo era cuestión de invertir en maquinas y plantas y capacitación de personal, también en infraestructura y recursos energéticos que garanticen la operatividad de esas industrias.
Pero mi amigo no se convence, el sigue encasillado en que estamos en una tercera década infame, y que no hay diferencias más que cosméticas entre el riojano y los pingüinos, y que ya nos vamos a dar cuenta tarde o temprano, cuando sea demasiado tarde, cuando ese “maquillaje de bienestar y de progresismo” empiece a caer y comiencen a verse las arrugas.
Faaa… pensé otra vez, se metió otra metáfora el loco, así da gusto conversar, porque te dispara la imaginación con metáforas muy elocuentes.
Pero de nuevo no coincidía con la interpretación que mi amigo hacia de la actualidad.
En ese momento no lo sabía, porque debo confesar que no lo supe hasta que me tomó por sorpresa en cadena nacional, la noticia de que la Presidenta inauguraba la central nuclear ATUCHA II. Y como suele pasar en ese momento mis argumentos, aunque fueron coherentes, no fueron tan contundentes como lo hubieran sido de haber contado entonces con este dato, y es que como todo, y por suerte es así, este tipo de conversaciones te quedan dando vueltas, y te permiten seguir pensando, hacer ese trabajito que es necesario y a veces la respuesta perfecta llega tarde, pero llega, y ese ejercicio es muy bueno, porque también te deja como con hambre de seguir debatiendo.
Cuando me enteré de que se inauguraba ATUCHA II, y que tras varios años de estar parada la obra, su finalización se había iniciado con la presidencia de Néstor Kirchner, enseguida se me vino a la mente la conversación que había tenido con mi amigo, y pensé, ¿Qué le diría este loco a Cristina si la tuviera parada frente a él, en este preciso momento?
Ya me lo imagino diciéndole -te felicito presidenta, y decime, ¿Quién te hace la cosmética? Son buenos he… lindo maquillaje se mandaron acá… ¿habrán usado máscara o sombra? ¿Está vacía adentro no, es pura cosmética esto no? adentro seguro que no hay nada, no hay ningún reactor y tampoco técnicos, es solo una cúpula de acero muy bonita para pasar por la tele ¿no? ¿he? ¿no es así?
-Ya lo estoy viendo, desesperado por oír la respuesta, o mejor aún por oír que le respondan lo que él quiere oír –“si mi negro, es un montaje nada más, anda tranquilo que yo me voy a comer con el turco un rato a ver si hacemos otro acuerdo con la Baring Brother”- ya lo estoy viendo, se muere por oír esas palabras.
Pero por suerte todo parece indicar que este dialogo solo puede existir en la cabeza de mi perturbado amigo, y de algunos otros compañeros que; o están tan ensimismados en su dialéctica que olvidaron ver a su alrededor, o que presos de una voluntad demasiado pretenciosa en términos de moral política, son incapaces de ver los aciertos en dirigentes que, por esas cosas de la política, no son ni tan puros ni tan inmaculados como ellos pretenden que sea un dirigente político. Como si eso fuera posible, como si cambiar el modelo político y económico de un país en nuestra América, donde todavía hay feudos y poderes reales que vienen de la época de la dictadura, pudiera lograrse por consensos, máxime con la inmadurez política que se avizora en la oposición ridícula que se opone por oponerse, por celos, por el simple hecho de contrastar, para hacer carrera, llamar la atención.
Yo por mi parte, volvía a pensar en ese absurdo dialogo, y me decía a mí mismo, que con una cosmética de esta envergadura, ¿quién necesita un cutis perfecto?
Y que era la primera vez que podía ver una cosmética que diera empleo, que generara ingresos, que potenciara la capacidad productiva del País, y que además, generara la energía eléctrica con la que se alimenta esta PC, en la que hoy estoy escribiendo esta nota.
A este amigo, y a los estimados lectores, les comento que otro amigo de toda la vida, y amigo de la familia, no hace mucho me comentó que su hija que tiene 24 años, se había recibido de ingeniera nuclear en el Instituto Balseiro, y que apenas se recibió consiguió trabajo en NaSa, Nucleoeléctrica Argentina S. A. esta empresa estatal, es la operaria de ATUCHA I y ATUCHAII, y de la futura CAREM, que es la próxima planta nuclear argentina, de diseño argentino, que se construirá en Zárate.
Apenas recibida, una ingeniera de 24 años ya está trabajando, y me pregunto ¿esto también es por obra y gracia de la cosmética?
Pero, en eso no quedó la cosa, porque en ese mismo acto en el que se anunció la puesta en funcionamiento de la tercera central nuclear de la Argentina la Presidenta anunció que en poco tiempo comenzaría a construirse un cuarto reactor, de diseño nacional, en el mismo complejo en el que se emplazan ATUCHAI y ATUCHAII. En Zárate.
Es decir, además de las políticas de protección de la industria nacional, y de las políticas de fomento de nuevas fábricas, del modelo económico generador de mercado interno que le asegura un crecimiento sostenido a todo industrial dispuesto a invertir en su planta para ampliar y diversificar su producción, y de la determinante decisión de Néstor Kirchner en 2003 de salvar las escuelas técnicas que corrían peligro de desaparecer, le podemos sumar ahora la clara intensión del gobierno, materializada en hechos, de garantizar la generación de los recursos energéticos que este crecimiento hacia el modelo industrial del país demandará.
Pero la cosa no termina ahí, porque además, debemos sumarle la determinación de impulsar y promover una nueva política de investigación universitaria relacionada directamente con las demandas de la industria nacional, y ya se han dado pruebas concretas de que los avances obtenidos en materia tecnológica son cedidos por el gobierno a la industria privada, para obtener productos nacionales competitivos en el mercado internacional. No es un dato menor que las centrales nucleares de Argentina funcionan íntegramente con combustibles provistos por empresas nacionales y que las ferias populares y pintorescas como Tecnópolis, son además de un hermoso paseo, un centro de acuerdos comerciales y convenios, donde Argentina ofrece lo que está produciendo, al mundo, y a los propios empresarios argentinos.
Como Yapa, para que no parezca que fue un accidente, hoy me entero también que el gobierno inauguró en Neuquén el Parque Eólico (energía eólica) Rawson, una estructura que comenzará a aportar al sistema de interconexión nacional desde noviembre, aprovechando el viento patagónico como recurso natural. Este Parque Eólico comenzará a operar en dos etapas, una primera que se inauguró ayer y con 27 molinos para generar 48,6 megavatios, y una segunda en la que se incorporarán 28,8 megavatios y comenzará a operar en 2012.
A mi amigo, que seguramente sigue esperando que a la presidenta se le corra el rímel, y hago extensiva la pregunta a los lectores.
Si esto es lo que algunos llaman “cosmética”… ¿lo otro que sería? ¿hay una alternativa superadora en la oferta politica nacional?