La escuela secundaria en 2012 tendrá en Entre Ríos una duración de seis años ya que incorpora el antiguo séptimo grado de la primaria, y desde este año la obligatoriedad en toda su extensión.
No es el único cambio: también modificó los contenidos que se enseñan. Ahora, hay otra transformación en marcha: el mecanismo de evaluación de los estudiantes secundarios, que ya se aplicó, de modo parcial, en el segundo trimestre, que finalizó a principios de este mes. Se trata de una limitación a la potestad del profesor de aplicar aplazos. Cada docente está obligado a estructurar una semana de “integración de saberes” al finalizar cada trimestre.
Esas instancias de “integración” se repiten en diciembre, y en febrero, y sólo en el caso de que el chico no supere ninguna de esas posibilidades, irá a un tribunal examinador en marzo.
La resolución insta a las escuelas a establecer mecanismos de enseñanza “integradores” de modo que se “promueva la movilidad de los alumnos”, lo cual quiere decir otra cosa que las escuelas apliquen mecanismos que eviten la repitencia del alumno.
“Los docentes nos preguntan qué significa la semana de integración, y de qué modo calificar. La duda que tienen es si se evalúa sólo cada trimestre en forma aislada o todo el año, y la verdad es que lo que se evalúa es el todo. Ahí es donde cambia la lógica. No podemos decir que le tomamos parte, porque el alumno debe comprender el todo. Además, la nota que obtenga en esa semana no es ‘promediable’. Uno no puede hacer sumatorias de partes, dividir y multiplicar. La semana de integración es aparte, es integrar los saberes adquiridos durante el año. No puedo bajar la nota a un chico porque en la semana de integración le fue mal”, sostuvo Marcela Mangeón, responsable de la transformación curricular en Entre Ríos, miembro del equipo de técnicos de la Dirección de Educación Secundaria del Consejo de Educación.
Si el estudiante no aprueba durante esa semana, Mangeón explico que “el chico tiene una posibilidad de revisión de saberes, y si no aprueba, va a otra instancia de integración de saberes en diciembre, y si no aprueba, hay otra semana en febrero, en el cierre de ciclo. Si ahí sale mal, irá entonces a una mesa de previa, con un tribunal, en marzo”.
Y agregó: “Pero tiene dos instancias antes, una en diciembre y otra en febrero. No puede pasar directamente a febrero. Indefectiblemente tiene que pasar por diciembre. Es una posibilidad más que tiene el chico. Si en diciembre no aprueba, pasa a febrero, y si no aprueba en febrero, va a mesa examinadora como previa en marzo. Antes, algunos docentes los pasaban de diciembre a marzo. Ahora, la condición sine qua non es pasar por diciembre. Es una posibilidad más que tienen los estudiantes para cerrar un ciclo antes de cerrar un año o pasar a la Universidad”.
Aunque no hay variante respecto de la nota que se debe alcanzar para promocionar –que es seis– sí hay cambios en el modo de evaluar a los alumnos por parte de las escuelas, con la incorporación de la posibilidad de que el estudiante pueda poner en cuestión una calificación.