Mientras Acuña aguarda el avance de la investigación en un celda de la jefatura Departamental, los cuatro proyectiles hallados en el cuerpo de Bordón fueron enviados a Paraná, para ser sometidos a un estudio balístico, que determinará si los mismos fueron disparados por la misma arma de fuego o si –como indican los vecinos- corresponden a dos pistolas distintas; y de ser así, en posesión de quién o quienes estaban las mismas.
Pero mientras tanto, fuentes judiciales destacaron que Acuña, se presentó espontáneamente con una actitud de colaboración con la Justicia, lo que no puede advertirse en Pereyra, vecino al que todas las pistas apuntan, y que se habría fugado desde la madrugada del domingo 4 de setiembre.
La causa, que está en manos del Fiscal Tobías Podestá, se halla en la etapa de Investigación penal preparatoria, aunque poco puede hacerse con un imputado prófugo y sin el resultado de las pericias balísticas.
A este respecto, vecinos del barrio San Agustín, que prefirieron preservar su identidad por temor a represalias, aseguran a DIARIOJUNIO que “no es la primera vez que desaparece, ya lo habían mandado a Buenos Aires hace unos años cuando se lo acusaba de otro delito”.
Para confirmar este último dato, el comisario Lucio Villalda, segundo jefe de la departamental de policía Concordia, señalaría que tanto la víctima como el acusado principal, (por Pereyra) tenían antecedentes y prácticamente habían compartido barios hechos como integrantes de una misma banda.