La escuela secundaria comenzó a funcionar en el año 2000 como EGB 3 con la promesa de ocupar un edificio propio en tres años. Pasaron once años desde aquel entonces. “Eso nunca se realizó y la escuela siguió de prestado”, recordó. La matrícula, al igual que la comunidad que rodea al edificio escolar creció en el transcurso de la década.
A poco de asumir Yoya, los padres comenzaron a reclamar cambios en el establecimiento. El jueves de la semana pasada se llevó a cabo una asamblea en la escuela. En un mismo edificio conviven más de 600 alumnos de secundaria con los de primaria. “Los papás ya no aguantaban más”, dijo la directora. Estaban decididos a parar las clases.
El martes pasado, los padres y docentes se movilizaron hasta la Dirección Departamental de Escuelas para que su titular, Saúl Dri, se interiorice de la problemática. En el transcurso de una charla con el funcionario, se pide un día de plazo para responder a la demanda. “Se iba a poner en contacto con el gobernador”, dijo Yoya.
Al día siguiente, se enteraron de la promesa del mandatario provincial de conseguir un terreno para edificar una nueva escuela. Cerca de la escuela hay predios los suficientemente grandes como para albergar una escuela pero no saben quienes son los propietarios. Yoya aseguró que quieren comunicarse para saber si están interesados en vender. La otra propuesta es ocupar un terreno que pertenece al Estado pero está ubicado en el barrio Tiro Federal, una zona alejada de la escuela.
La otra cuestión en la que los padres hicieron hincapié es la falta de personal. Lo recomendable es un preceptor cada dos cursos pero en la Mariano Moreno hay tres para 21, en promedio siete cursos por preceptor. “A su vez hacen de preceptores gente que está prestada de Departamental”, indicó. Luego de la movilización, se nombró un preceptor más y una ordenanza.
No obstante, los padres se mostraron disconformes con una sola ordenanza y pidieron planes Argentina Trabaja. “Es mejor que estén dentro de una escuela para mantener la higiene”, dijo la directora. Dri dialogó con el subsecretario de Trabajo, Néstor Loggio, y surgió el compromiso de aportar dos personas más pertenecientes al plan social.
Por la mañana, los alumnos de secundaria ocupan 14 aulas y por la tarde seis. No obstante, las 20 aulas no son suficientes. “Cuando tenemos las clases de tutoría se nos complica y tenemos que trabajar en el salón”, indicó la directora. Además sostuvo que las aulas son muy reducidas en algunos casos. “Saúl ha caminado las aulas y ha visto que los chicos están hacinados”, dijo Yoya. En un 2º año, dos chicos debieron cambiarse de escuela por falta de espacio en el aula.
Por último, la directora es optimista respecto del plazo que insumirá la construcción, una vez obtenido el terreno. El ejemplo que tomó es la velocidad con la que se construye el Bachillerato Artístico en la esquina de San Luis y Avellaneda. “Si no se demora mucho la burocracia, que es otra cosa porque ahí entran distintos entes como Arquitectura, Planeamiento y demás, puede salir medianamente en poco tiempo”, señaló.