Los comicios de ayer se sumaron a los de Catamarca, Neuquén, La Rioja y Salta, donde el oficialismo impuso a sus candidatos. Hasta el momento, sólo perdió una elección, en Chubut, en la que después de un recuento de votos el gobernador electo fue Martín Buzzi, el candidato de Mario Das Neves. Las buenas performances de ayer, en Misiones y Tierra del Fuego, además, conforman las primeras competencias electorales luego de la confirmación de que Cristina Fernández buscará en octubre su reelección acompañada en la boleta por Amado Boudou.
El triunfo de Maurice Closs era previsible. Y también se suponía que le sacaría una ventaja importante a sus competidores. De todos modos, los números de su desempeño no dejan de ser implacables: sacó más del 75% de los votos en una provincia donde hay 730 mil electores. Closs es un radical aliado al kirchnerismo. Ayer, al votar en su pueblo natal, Aristóbulo del Valle, a 150 kilómetros de la capital, destacó que siempre estuvo alineado con la Casa Rosada. “En las buenas y en las malas”, dijo.
Al cierre de esta edición, ayer por la noche, cuando los primeros datos del escrutinio decían que había triunfado con el 80% de los votos, la presidenta llamó a Closs para felicitarlo. Algunas horas antes, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, había viajado a Posadas. El subsecretario general de la Presidencia de la Nación, Gustavo López, se jactó de que “la Renovación no equivocó el rumbo, por eso la siguen eligiendo los misioneros con la ratificación del modelo nacional”.
Bien al sur, en Ushuaia, el escenario era otro. Los votos se contaban con lentitud. La gobernadora Fabiana Ríos no tardó en anunciar que, de acuerdo a distintos sondeos de boca de urna, había un “escenario de ballottage”. Ríos, que se postuló a su reelección, admitió que existe una polarización con la kirchnerista Rosana Bertone, y adelantó que en caso de que los cómputos oficiales confirmen una segunda vuelta, su fuerza política, el Partido Social Patagónico, impulsará para el próximo domingo “una alianza con la gente”, al descartar la búsqueda del respaldo de dirigentes de otros partidos.
La gestión de Fabiana Ríos se caracterizó por tener una relación aceitada con la Casa Rosada. A pesar de tener su origen en el ARI, la gobernadora acompaña muchas de las líneas de la gestión de Cristina Fernández. Rosana Bertone, en cambio, es una peronista clásica que recibió el impulso de la presidenta durante la campaña y encabezó la lista del Frente para la Victoria, acompañada por Martín Pérez como vice, un joven de 32 años de La Cámpora.
Las encuestas de las semanas previas pronosticaban la segunda vuelta, pero señalaban que Bertone le sacaba una buena diferencia a Ríos, gracias a las listas colectoras. Los primeros números le daban a Bertone una ventaja de unos 12,4 puntos. De todos modos, no conseguía romper la barrera del 50% como para ganar en primera vuelta.
En Tierra del Fuego se elegían, además, legisladores provinciales y concejales. Los primeros fueron seleccionados con un sistema de tachas. Los segundos con un sistema de preferencias, en el que se marca con una cruz el casillero del candidato elegido.