Haidar destacó el desafío de Concordia de instalar el primer puesto móvil de entrega de armas en la provincia. Valoró la decisión política de la gestión y convocó a que se sumen las organizaciones de la sociedad civil. “Es muy importante que trabajen en conjunto. Sé que aquí se reunieron los cultos religiosos para ponerse a disposición y para generar toma de conciencia y tener una ciudad libre de armas, actitud que celebro. También quiero destacar el apoyo del gobierno nacional para llevar adelante el programa”, manifestó la funcionaria.
En tanto, Bordet dijo que “la verdad es que este programa que se implementará a partir del 18 de julio en Concordia no es una medida más sino que se integra a una serie de otras medidas encaradas para la prevención de la violencia y la inseguridad. El problema de la inseguridad históricamente no solía tener incumbencia del ámbito municipal, se restringía a ser una cuestión policial”.
“Pero con Urribarri estuvimos de acuerdo en que las soluciones debían ser buscadas y compartidas entre el gobierno local, provincial y nacional. Por eso trabajamos en políticas económicas y más integrales. Como es bajar la desocupación, crear políticas de inclusión social, dando contención a través de todos los programas disponibles para mejorar la calidad de vida de las personas” añadió el intendente.
A su turno, Matías Meizner, del Registro Nacional de Armas, indicó que lo que se implementará en Concordia forma parte de la segunda etapa de un plan de desarme voluntario que comenzó en el 2006. Cuando el por entonces presidente Néstor Kirchner tuvo la idea de cambiar la política de armas de la Argentina. “Nunca se había tomado esta decisión antes”, subrayó Meizner.
“Cuando se puso en vigencia la Ley 21616 muy pocos municipios y provincias creían en la realidad de este plan. La verdad que deben sentirse orgullosos ya que Entre Ríos es la segunda provincia en implementarlo, después de Buenos Aires, lo que demuestra la intencionalidad de la provincia y en esta oportunidad del municipio de Concordia de vivir en ciudades más seguras”, dijo el funcionario.
Hoy podemos hablar de 5760 armas entregadas en Paraná en la primera etapa y 1700 en la segunda y a nivel nacional 107161 armas entregadas en Buenos Aires. El 100% de las armas fueron destruidas, mediante un procedimiento en el cual el arma se tritura, luego se funde y el resultado es donado a la fundación del Hospital Garrahan”, agregó Meizner.