No cabe duda que la comunicación, es una estructura que cumple una función social determinante, la que funda, procesa y define identidades e imaginarios, porque son creadores de discursos y fundamentalmente de sentidos. Nuestra labor seguirá intentando permanentemente la búsqueda de la excelencia y el apego a la verdad, a partir de nuestra verosimilitud, como responsabilidad de inteligencia y servicio a la sociedad. Porque seguimos reconociendo a la buena comunicación como fundante de ciudadanía, sigue valiendo la pena intentar diariamente un modelo de construcción que sienta las bases para escuchar otras voces, otras palabras, otra realidad, así como para que los ciudadanos puedan opinar y actuar libremente.
Completando esta conceptualización, a mi juicio, el periodismo es ejercicio diario, es lucha social, entiende que la objetividad posible no es extraña al compromiso o a la finalidad política. La objetividad, es de añadirse, es definición, es explicación o implicancias en el presente y en el destino de las sociedades.
Luis Edgardo Jakimchuk – Periodista Diario Junio