En la madrugada del 25 de diciembre de 2009, Carlos Ariel Cuelho, violó e intentó matar a su pareja, una joven de 23 años a quien asestó cinco puñaladas en la zona del abdomen, y luego abandonó en su domicilio, herida, para darse a la fuga.
La joven fue rescatada por su madre, quien vive a pasos de la vivienda, y trasladada al hospital Masvernat, donde recibió atención y lograron salvarle la vida.
Según consignaron fuentes judiciales a DIARIOJUNIO, la dificultad para probar el abuso, comenzó por el hecho de que –al estar tan grave y correr peligro de muerte- los médicos no se detuvieron a verificar lesiones en la zona genital.
No obstante, las declaraciones de la mujer fueron contundentes, y el propio imputado reconoció que mantuvo relaciones con su pareja esa noche, y aunque argumentó que habían sido consentidas, la prueba irrefutable del abuso fueron las cinco puñaladas que la joven había recibido.
Pero en el juicio -aunque cueste creerlo- el debate se posó sobre la cuestión de si existió o no abuso, dada la relación conyugal de la victima y el imputado; una cuestión que parecía ya resuelta pero que no estaba del todo zanjada para la jurisprudencia provincial ni para la doctrina del derecho.
El año pasado, la Sala Penal de Concordia, Condenó a Cuelho a la pena de nueve años y medio de prisión, hallándolo autor material del delito de Homicidio en grado de tentativa con abuso agravado por el uso de arma, pero su abogado defensor interpuso recurso de Casación antes que la sentencia quedara firme, y logró mantener en libertad a su cliente, conservando el principio de inocencia; hasta que se conoció, este lunes, el fallo del STJ.
Cuelho, fue intensamente buscado y tanto el lunes como el martes pasados, la policía constató que no fue a trabajar y había dejado de concurrir a sitios habituales, luego de una rauda persecución, fue detenido ayer a las 21.00, a la altura de calle Enrique Tomás Cresto y las vías del ferrocarril, en la zona del barrio “el Triangulo”.
