El representante del organismo gubernamental pidió que los represores sean condenados a la pena de prisión perpetua e inhabilitación, por considerarlos “coautores de la privación ilegal de la libertad” de las doce víctimas, que incluye a las monjas francesas Alice Domón y Leonie Duquet, junto con el primer grupo de mujeres que reclamaban por sus hijos desaparecidos. De ese colectivo inicial surgieron las Madres de Plaza de Mayo