La violencia irrumpió en la escuela 71 y las docentes no quieren volver a dar clases

“Hubo agresiones de arma blanca; hubo forcejeos en la propia aula de una de las maestras”, expresó el secretario general de Agmer Concordia, Miguel Stegbañer. El hecho generó temor y había docentes llorando por lo vivido. El gremialista calificó al hecho como “gravísimo”.
Los docentes decidieron no volver a la escuela hasta que se brinden las mínimas medidas de seguridad. La escuela está rodeada por un muro perimetral construido en 2004. En junio de ese año, Agustina Albarenque, una profesora de Educación Física fue asaltada en plena clase dentro de la institución cuando no había cerramiento alguno. Además en ese momento se pedía que la Policía estuviese presente en los horarios de ingreso de los alumnos.
La solicitud fue reflotada en la actualidad. “Hay problemas externos. Se exige que haya una ronda en la entrada y salida de los alumnos”, dijo Stegbañer. Pero desde la Policía aseguraron que no pueden cumplir con ese pedido. “Le pedimos un esfuerzo a la Comisaría de la zona”, dijo el gremialista en referencia a la 7º.
Hoy hubo otra reunión en la escuela Nº 57 “Belgrano” al mediodía entre padres y el Director Departamental de Escuelas. No participaron los docentes ni los directivos. Además, como nota distintiva, había cinco policías presentes. “Creo que estamos realmente mal. Esperemos que las aguas se tranquilicen y esto llegue a buen puerto”, dijo.
Las clases se estarían reanudando el lunes. “Esto va a ser materia de evaluación mañana con los docentes”, señaló Stegbañer. Para que ello suceda se requiere que se aclare un entredicho entre la cooperadora de la escuela y la comisión vecinal. El martes, de la reyerta, participaron integrantes de la cooperadora y la comisión vecinal. “Si quieren dar un apoyo o colaborar, bienvenido sea pero no de esta manera”, señaló. Y aclaró que el rol de una cooperadora no es el de “mandar” en una escuela aunque admitió que muchas veces ha sucedido en otras escuelas que se han confundido los roles.
Además no se puede perder de vista que la escuela está enclavada en una zona de extrema pobreza. “Creo que eso ha ayudado un poco para que se de esta situación”, dijo Stegbañer. Aunque los docentes aseguran que la cuestión social la pueden manejar dentro de los límites de la escuela, lo que pasa afuera es lo que pone en riesgo el funcionamiento de la misma.

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