SEGÚN PIETRANTRUENO
Explica que “jamás discriminamos, al contrario, siempre hicimos cosas bien, nosotros estamos a favor de la no discriminación, y de la igualdad”. En relación a la nota de opinión sobre que no da la cara, dice “no he salido a hablar, ni a dar la cara, por que cuando esto estallo yo estaba viajando hacia Brasil, incluso todavía estoy acá hasta fin de mes con mi familia”.
Asimismo, Pietrantrueno nos envía la foto de los chicos gay que denunciaron a ese boliche por discriminación, en la que, los mismos aparecen en el interior de Cruz Diablo
Pietrantrueno ofrece esa foto como prueba de no discriminación y de la falsedad de la denuncia, sin embargo, los mismos chicos reconocieron haber estado algunas veces en ese boliche (ver crónica de DIARIOJUNIO de la marcha de ayer) luego de “gestiones”.
De hecho, el mismo empresario de la noche confirma “que nunca le dijimos que no, y si lo hicimos fue por la burocracia que nos compete, horarios y capacidad”.
En cuanto a la marcha opina “que están en todo su derecho, pero esta mal que nos hayan usado como chivos expiatorios”.
LO QUE CUENTAN LOS CHICOS GAY
Emmanuel dijo ayer a DIARIOJUNIO que hace tiempo que vienen sufriendo este tipo de discriminación por diferentes motivos. “He ido a principios de enero y me habían negado la entrada sin ningún motivo. Hice una denuncia a la Policía por discriminación y amenazas porque sufrí amenazas por parte de un empleado de seguridad”, indicó. Posteriormente se contactó con uno de los encargados del lugar, quien le dijo que cada vez que quisiera ingresar iba a tener que avisarle para que lo deje entrar.
“La segunda noche que fuimos, el sábado 29, pudimos ingresar pero después de esperar una hora y media y al final dejó pasar un grupo”, señaló Emanuel. Por su parte, Emiliano, otro de los jóvenes discriminados, dijo que el encargado les había avisado que ya se estaba yendo de vacaciones. “Así que si llamábamos y no nos atendían, que dejáramos de llamarlo”.
Por su parte, Sebastián, que formaba parte del grupo que no pudo pasar, indicó que venían desde el carnaval. Eran las 4:30 y en la puerta principal les negaban el acceso. “Nos dijeron que no, que no podíamos pasar. Nos señalaron con el dedo y nos sacaron”, recordó. En la segunda puerta les pasó lo mismo. Cuando preguntaron por qué, la respuesta fue: “acá a gays no aceptamos”.
No es la primera vez que les pasó. “Ya en dos ocasiones anteriores nos habían dicho que no podíamos entrar. Nos apartaban de la fila sin ningún motivo sin darnos ninguna explicación de nada”, dijo Emmanuel. Los chicos aseguraron que lo que sucedió el 29 fue “la gota que rebalsó el vaso”. Pero la discriminación ya la vienen sufriendo desde hace tiempo y en otros boliches.
La intención de los manifestantes es que la ciudad “vaya cambiando de a poco”. “No radicalmente pero si poco a poco”, sostuvo Emmanuel. “Las miradas, los señalamientos y demás te cansan.