El BCRA tiene reservas para cubrir deuda hasta 2031

Así se desprende de un análisis realizado por la consultora Delphos Investment, comandada por Martín Benegas Lynch, un ex gerente financiero de JP Morgan, quien también fue gerente general del Banco Santander en Nueva York. La utilización de las reservas fue la piedra del escándalo que se desató hace casi un año cuando a partir de un Decreto de Necesidad y Urgencia, se estableció la conformación del Fondo del Bicentenario con reservas monetarias, que se utilizaría como garantía de pago de los compromisos de la deuda durante 2010 y alejar cualquier fantasma de default que se cernía sobre la Argentina, con Europa y los Estados Unidos en llamas, en plena crisis financiera internacional.
Esto hizo estallar el culebrón del verano, cuando el entonces presidente del Banco Central, Martín Redrado, “se sentó” sobre las reservas, negándose a que se puedan usar cancelar pasivos públicos, lo que motivó su expulsión del cargo. Después, vino la continuación de esta discusión en el Parlamento, donde finalmente el Gobierno logró una victoria que en los papeles parecía increíble, y se abrieron las puertas a la utilización de reservas monetarias del BCRA para pagar deuda, ya con Mercedes Marcó del Pont al frente del organismo regulador financiero.

EL ÚLTIMO CANJE. La deuda pública después del último canje se ubicó en los U$S 159.135 millones, que equivale a 43% del Producto Bruto interno, pero sólo U$S 61.344 millones corresponderían a deuda con el sector privado, es decir 16,6% del PBI. Restando las tenencias estimadas de Préstamos Garantizados y Pagarés 2014 y 2015 entregados a bancos en canjes por títulos con CER, el stock de bonos cotizantes en manos de privados sería de apenas U$S 56.897 millones.
Esta cifra se compone de U$S 41.413 millones en bonos en moneda extranjera, U$S 11.077 millones en papeles nominados en pesos CER y U$S 4.407 millones en títulos en pesos. Los valores de mercado de estas tenencias estarían en U$S 30.516 millones, U$S 8.382 millones y U$S 4.043 millones respectivamente, por lo que el total de la deuda de Nación con privados podría adquirirse con apenas U$S 42.941 millones, un 11,6% del PBI.

Ante este panorama, las reservas del Banco Central, cercanas a los U$S 53.000 millones, superan en más de U$S 10.000 millones al stock de pasivos con privados en moneda extranjera, de U$S 41.413 millones y en más de U$S 22.000 millones al valor de mercado del mismo, de U$S 30.516 millones. Por su parte, el sector público tiene 39% de los bonos nominados en moneda extranjera, el 66% en pesos CER y el 63% en pesos. El 60% de los bonos de los privados estaría en manos de no residentes, en tanto el 40% restante, en manos de argentinos.
Si bien los vencimientos de deuda en manos del sector público pueden considerarse, como mínimo, fáciles de refinanciar; los servicios para con los organismos internacionales, que representan 15% de la deuda total incluyendo el stock atrasado con el Club de Paris, de alguna manera también, teniendo en cuenta lo sucedido en los últimos años. Entre 2004 y 2008 la Argentina tuvo vencimientos promedio con los organismos de U$S 2.780 millones anuales.
Como durante ese período el país recibió también nuevos préstamos, la salida neta de fondos promediaba los U$S 1.165 millones al año. En 2009 la dirección de flujos revirtió, con un ingreso de U$S 929 millones, y en el primer semestre de 2010 vencimientos y desembolsos de organismos se compensaron. Como la Carta Orgánica del Banco Central permite el pago de servicios de deuda de Nación a organismos internacionales con reservas, si vencen U$S 1.000 millones y los organismos prestan U$S 1.000 millones, el Gobierno puede usarlos para pagar vencimientos con sector privado.
En 2011 la Nación tendrá que pagar U$S 9.600 millones, de los 7.100 millones son en moneda extranjera, incluyendo los servicios por los bonos emitidos en el canje, y los pagos estimados de cupones PBI. En 2012, 2013 y 2014 los vencimientos con privados caen fuertemente, a U$S 6.700 millones, U$S 6.000 millones y U$S 8.400 millones respectivamente, sin estimar pagos de cupones PBI.
Los servicios con privados en monedas distintas al peso se reducen aún más abruptamente, a U$S 3.700 millones, U$S 2.800 millones y U$S 1.600 millones en cada caso. La deuda vuelve a hacerse sentir recién en 2015, por la amortización del Boden 2015.

DOS DÉCADAS DE RESERVAS. Según el análisis de Delphos, «quien gane las elecciones presidenciales del año próximo podrá llegara tener presiones sobre el tipo de cambio, pero no vendrán por el lado de los vencimientos estatales de capital e intereses, cosa usual en el pasado».
«Sin considerar pagos de cupones PBI más allá de 2011, los U$S 52.293 millones actuales de reservas alcanzarían para afrontar los encimientos con privados en moneda extranjera de los próximos 20 años, es decir, hasta 2031 inclusive», señala el informe.
A criterio del equipo de analistas que conduce Benegas Lynch, «las cifras hablan por sí solas. Los fundamentos de Argentina son más que sólidos y habilitan una compresión adicional sobre los diferenciales de tasas (spreads) actuales con otros países». «Hoy día, y tras las fuertes subas, los títulos todavía tienen metido en los precios una probabilidad de default soberano entre superior y muy superior aquí que en Portugal, Irlanda, Italia y España. Entendemos que pensar en un escenario de no pago de los bonos es absurdo porque, tal como mostramos, no hay casi qué defaultear. La mitad de los títulos los tiene el propio Estado, y los que tienen los privados no comprometen seriamente los flujos de fondos de los próximos años», concluyó.

Fuente: BAE

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