El proyecto de la fábrica de jugos ya cuenta con una inversión de $ 7.800.000 que aportó el gobierno nacional, parte que posibilitó también la compra del terreno donde se erigirá, el cual ya comenzó a ser trabajado. Pero faltan otro 7.800.000 que los tenían que poner los productores. En un principio se habló de la posibilidad de llegar a 400 y hasta el mismo Ministro de la Producción de la Provincia, Roberto Schunk, llegó a hablar de 600. Pero la cifra, según lo confirmaba esta mañana Rubén Perini (integrante de la Cooperativa de Citricultores de Villa) a DIARIOJUNIO, hasta ayer rondaba los 250. Si este guarismo no crece en forma importante en estas ultimas horas, el dinero a invertir por parte de cada productor, según datos que recabó este sitio, sería de $ 28.000, algo distante a los 15 mil pensados en un primer momento, cuando se estimaba que los socios podían llegar al medio millar.
Teniendo en cuenta que sólo el Departamento Federación registra una cantidad de productores que superan los 1.600, llama poderosamente la atención que menos de 300 decidan participar la iniciativa. La respuesta a este planteo quizás esté en las declaraciones que hace poco el intendente de Villa del Rosario hacía a este medio, expresando que “(la falta de participación) creo que es parte por ignorancia o poca visión de futuro. Hace mas de diez años que se viene hablando de la fábrica de jugos”. “Y también, pasa que el citricultor está acostumbrado a ser muy individualista y esto del cooperativismo medio como que los asusta. Hay mucho que no lo ven así porque todavía están tranquilos, tienen una economía familiar que les viene bien y hace muchos años que la trabajan y mucho. Pero podrían crecer, y eso no lo están viendo”, señaló, para agregar que “incluso, hay mucha gente que no tiene nada que ver con la producción citrícola e igual quiere invertir en la fábrica de jugos”. Además, había remarcado en aquella oportunidad que “si alguno de los productores que ahora hizo el depósito de $ 500 y después en la asamblea que hagamos se da cuenta que no va a poder afrontar la cifra a invertir (teniendo en cuenta que ahora será mayor a la pensada) pueden salirse y se les devuelve ese dinero. Pero que no se queden afuera de esto”.
“El hecho de que tengamos una fábrica no significa que vamos a tener una solución para la citricultura. Lo que sí podremos lograr a través de esta nueva alternativa es que no llegue esa fruta chiquita o de mala calidad pero que hace bajar los precios en el mercado”, dijo también, en su momento Néstor Mover, presidente de FECIER. “Para muchos productores, esa es la única fruta que pueden sacar de sus quintas. En consecuencia, la fruta de mala calidad tiene una alternativa en la fábrica y la de buena calidad puede ser enviada a los mercados”. “Entre todos los productores tenemos que entender que es una fábrica nuestra. Tenemos materia prima que se está perdiendo o se esta malvendiendo por no tener una posibilidad como una fábrica. Lo que se está pagando por la fruta de descarte (menor o mayor tamaño que la promedio) a veces alcanza apenas para cubrir el costo de la cosecha nomás.”, señaló también en alguna oportunidad el intendente de Santa Ana, Mario Toller. “Se tienen que convencer los productores que esto tiene que salir adelante. No se puede esperar todo de arriba sin tener el esfuerzo y el compromiso de abajo, el compromiso nuestro.”, sostuvo, además Elvio Calgaro, dirigente de la Asociación de Citricultores de Villa del Rosario. Pero al parecer, nada de estas consideraciones han sido suficientes. El proyecto prevé la producción de jugo concentrado, esencias y pellet (alimento balanceado en base a lo que no se usa de la fruta, como la cáscara).