Una ventana a la escuela del futuro

“Yo tengo que esperar un rato largo para que empiece a funcionar”, dice un alumno de 8º. Otra alumna no tiene la máquina sobre el banco. “Se me rompió”, indica. Otros estudiantes señalan que la pantalla se pone de color negro, que la netbook está bloqueada, que el código de ingreso no funciona o que hay una notificación de Microsoft sobre un programa de software con fecha vencida. Luis Sciamarella, director de la escuela Nº 18, indicó que hay un encargado técnico que se ocupa de reparar las máquinas. En tanto, una profesora indicó que a veces los problemas derivan de la mala utilización. “Los chicos se la llevan a la casa, bajan el Ares (un programa diseñado para descargar música y video) y bajan todo. Nosotros le decimos que tengan cuidado porque a veces le entran virus y ahí vienen los problemas”.
A pesar de todo, mientras los profesores siguen escribiendo con tizas en el viejo pizarrón, los alumnos ya no copian en el cuaderno o la carpeta. Directamente utilizan el teclado para recoger los apuntes. “Están dejando de utilizar el cuaderno”, admite una profesora de Geografía.
Hay entusiasmo por las posibilidades que brindan las máquinas entre el personal docente y los directivos. Sciamarella indicó que: “hay mucho interés por parte del alumno. Esto viene a ser una herramienta nueva y deseamos que despierte el interés por parte de los alumnos y que pueda mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje”. Además señaló que tiene expectativas en que disminuyan los índices de repitencia y de deserción escolar. “Esto viene a ser un atractivo especial para que los alumnos puedan motivarse para aprobar y pasar de año”, añadió.
El mayor inconveniente con el que tropiezan en la escuela es el acceso a Internet. La profesora de Geografía admitió que desde que llegaron las netbooks, los alumnos prácticamente no pudieron navegar y los escasos momentos en que lo hicieron fue por pocos minutos. Eso no significa que la dejen de lado dado que tiene en su memoria contenidos que son utilizados en clases. “Se está dando básicamente una saturación en el sistema habida cuenta que compartimos Internet con primaria y a su vez compartimos el teléfono”, señaló Sciamarella. En la secundaria hay 12 divisiones durante la mañana. “Al estar todos conectados hace que por allí esté lento el sistema”, expresó. En la escuela hay problemas con el teléfono y con la carga del programa Pegase/Sage para consignar las altas y bajas del personal docente.
Esta mañana, una alumna de 6º año denunció que había desaparecido la netbook de su escritorio cuando habían bajado todos sus compañeros a la planta baja. La situación hizo que sobrevuele el aula uno de los temores preexistentes: el robo de las máquinas. “Estamos haciendo un relevamiento y entendemos que por ahí puede ser alguna broma de algún compañero”, dijo el director. Para Sciamarella, es “raro” que un alumno quiera sustraerle el ordenador a un compañero porque todos tienen uno. Y agregó que “es muy difícil” que alguien pueda ingresar a la institución para llevarse una máquina. Aunque no descartó realizar la denuncia policial si no aparecía, el director recalcó la responsabilidad de los alumnos. “Entiendo que hay que cuidar un poco más los elementos, estamos hablando de cosas muy caras”, añadió.
Fuera de la escuela, los estudiantes no han sido víctimas de intento de robo. Las precauciones incluyen guardar la máquina en la mochila, moverse en grupos o esperar a que los padres los vengan a buscar. “Nosotros pensábamos que lo mejor era que queden en el colegio de lunes a viernes”, admitió el director. Sin embargo, la Nación estableció que los alumnos debían llevarla a sus casas. “En ese escenario no hemos tenido ningún tipo de problemas hasta el momento”, manifestó.
Mientras los alumnos se sientan en el piso para escuchar música en el recreo con los auriculares, Sciamarella resume que el panorama educativo ha cambiado definitivamente. “En otros tiempos era impensado que la escuela pública de gestión estatal le otorgue una computadora a cada alumno. Cabe destacar que hay alumnos de familias muy humildes que no les es viable comprar una computadora y uno podía observar el gesto, la alegría, la sonrisa de ese alumno, de la madre o el padre cuando venían a acompañar a su nene a llevar una computadora”, señaló el directivo.

“Cambió el paisaje de la escuela”

Marta Miranda, directora de la escuela Nº 17 “J.L.Borges”, explicó que al establecimiento escolar llegó un número similar de máquinas: 500. La entrega comenzó el 1º de octubre y por una serie de cuestiones técnicas, como la instalación del cableado, la finalización de la tarea se retrasó hasta el fin de semana pasado. “Los chicos las abren y ya empiezan a trabajar. Se los ve en el patio o en las aulas trabajando permanentemente”, explicó Miranda.
No obstante, los docentes aún no pudieron comenzar a utilizarlas debido a que muchas máquinas aún están bloqueadas. De igual modo, y a consecuencia de lo anterior (aunque algunos trabajan con máquinas propias), indicó que son pocos los profesores que promueven la utilización de las netbooks en el aula.
Además la directora señaló que falta capacitación entre los docentes. “Aparte todo esto es muy reciente, muy rápido y todavía no nos dio tiempo para hacer una bajada sobre toda la información”, admitió la directora. “Pero ya saben que las netbooks están para ser utilizadas”, precisó.
La conexión a Internet es otra falencia que rápidamente detectaron en la escuela. La directora explicó que era de prever que durante los primeros días se iban a topar con estos inconvenientes. “Tiene que ver con el acomodamiento del programa; esto se ha implementado en forma muy reciente y creo que son cosas normales que van a pasar”, acotó.
“Cambió el paisaje de la escuela. Es una ruptura de un paradigma a otro completamente distinto. Salvo los detalles técnicos, creo que hay estímulo por parte de los chicos y mucha impaciencia cuando se les bloquea o se corta Internet”, señaló.

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