Alicia Peliquero, Directora Departamental de Escuelas, confirmó a DIARIOJUNIO que “el martes 28 de setiembre se hizo presente en Subsede (Departamental de Escuelas) el esposo” de la mujer acusada de haberse quedado con el dinero que la CTM otorgó al establecimiento para que puedan acondicionar la escuela y así participar de un certamen por premios que llegaban hasta los 30 mil pesos “y entregó la totalidad del dinero y en efectivo”. El hombre llegó acompañado de un abogado, en representación de su mujer, quien permanece con licencia por enfermedad desde hace casi un mes.
El caso había desatado un escándalo de proporciones, ya que con los 5 mil pesos que otorgaba la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, en la escuela se iban a hacer arreglos para luego participar por premios mayores, en el marco del concurso “Cuidemos nuestra escuela”, promovido por el mencionado ente binacional. Pero la demora en entregar la plata por parte de la directora hizo que los tiempos para participar del certamen pasaran, y el establecimiento educativo quedara sin chances de concursar.
De acuerdo al testimonio de un padre de alumnos de la escuela que publicáramos en este medio, Pérez, fue durante varias semanas “pateando” el tema del dinero para más adelante, hasta que en un momento reconoció que se lo había gastado por un problema de salud, pero que estaba gestionando un crédito para reintegrarlo. Sin embargo, el día que tenía que traer la suma en cuestión, presentó certificado médico y no se supo más de ella. Incluso, los intentos de ubicarla telefónicamente habrían sido infructuosos.
De acuerdo a Peliquero, el viernes pasado –tres días después de reintegrar el dinero- llegó una resolución del CGE, mediante la cual se ordenaba la separación del cargo de la docente hasta que se resuelva su situación. Este estado de “instrucción sumarial” no le permite ni siquiera dar clases, y se la relega solo a funciones administrativas dentro de algún establecimiento que no sea el de la localidad de Santa Ana. En esta etapa, se tomaran las acciones correspondientes para confirmar los hechos denunciados por padres y directivos de la escuela santanense, dentro de los cuales se encuentra no solo el tema de los 5.000 pesos, sino también el posible uso de fondos destinados al comedor de la institución educativa para fines propios. Según lo relatado por Cristian Scatolaro, integrante de la Cooperadora de la escuela a este medio hace una par de semanas, “haciendo uso de la tarjeta SIDECREER (que la mujer tiene a su nombre, pero para la adquisición de comestibles para el comedor de la escuela) hace un surtido y se lleva gran parte de lo que corresponde al comedor del mes de setiembre para Mocoretá, donde vive”. En este caso, ni la escuela ni el CGE tienen ingerencia, porque pasa por el control de Alejandro Monzón, el encargado de Comedores Escolares en el Departamento Federación. Además, la mujer habría quedado debiendo a proveedores –del establecimiento educativo- de Santa Ana también. Se trata, concretamente, de los que abastecen a la institución con el pan o la carne. Aparentemente, aducía ante los comerciantes santanenses “que el dinero no venia, e iba sacando anotando en cuenta corriente”, pero luego, el pago que debía hacerles a éstos proveedores a través de la SIDECREER nunca se lo concretaba, porque -estimó Scatolaro- “el monto total (de lo que la tarjeta permitía gastar) se lo gastaba en un supermercado muy conocido de Chajari”. Se habla, en este caso, de más de 3 mil pesos que la directora de la escuela gastó para si.