El escenario actual habla de cifras contundentes que marcan el rumbo de un Plan de Obras Públicas que apunta a extenderse en 2011: de 2003 a la fecha se llevan construidas 400 mil viviendas y 100 mil soluciones habitacionales. Los nuevos planes de licitación para la edificación de viviendas llevaron a que se incorporaran 400 mil trabajadores al rubro. En materia de energía, se apunta a lograr en 2011 un 27% más de transporte de gas, 39% más de generación de electricidad y un 28% de incremento en el tendido de líneas de alta tensión. El plan es ambicioso, y proyecta que al finalizar el año entrante las cloacas llegarán al 60% de la población y la cobertura de agua potable será de un 92% alcanzando a 37,6 millones de habitantes.
El Gobierno nacional demuestra que uno de sus focos estratégicos esta puesto en afianzar su gestión de obras públicas de cara a 2011, como una vía para seguir fortaleciendo las políticas de inclusión social y generación de puestos de trabajo. El plan central del oficialismo para lo que resta de 2010 ubica como ejes centrales del plan de obras públicas a la aplicación de políticas de acción directa sobre la ciudadanía: la búsqueda de mayor acceso al agua potable y cloacas, viviendas y obras viales. Desde el Gobierno nacional auguran un final de 2010 exitoso en lo que refiere a la ejecución de proyectos de infraestructura, basado en la descentralización que permite actualmente llevar a cabo más de 6000 obras simultáneas en todo el país.
En conversación con Buenos Aires Económico, el subsecretario de Obras Públicas de la Nación, Abel Fatala, sostuvo que el éxito de la gestión radica en que «más del 95% de las obras que se ejecutan se hacen de forma descentralizada”. “Nuestra idea para 2011 apunta a mantener el nivel de inversión para hacer prosecución de las obras que realizamos y encarar nuevas emprendimientos sujetos al plan estratégico definido por la Presidenta», enfatizó.
Lo cierto es que las cifras que viene marcando el Plan de Obras Públicas hablan de un gran crecimiento del 0,6% del PBI alcanzado en 2002, contra el 3,3% que se marca en 2010. En este contexto, el camino de fortalecimiento en las obras de infraestructura es prometedor, dado que de aprobarse el proyecto presupuestario 2011, se prevé para esta área un aumento del 18% sobre los $44.000 millones que se destinan en la actualidad.
Por su parte, Fernando Lago, director general de la Cámara Argentina de Comercio comentó a Buenos Aires Económico que «si bien el presupuesto viene siendo correctamente ejecutado, probablemente sea necesario algún tipo de refuerzo de partidas presupuestarias disponibles para no frenar obras en algún tipo de especialidad, como el sector energético y de transporte, donde está sobre ejecutado el presupuesto»
APORTE DIRECTO A LA SOCIEDAD. La obra pública fue tomada por el modelo kirchnerista como un motor de la economía que llevó a que, conforme lo define Fatala, «no se dependa de fuentes de financiación externas para llevar adelante las obras”. “Es la primera vez en décadas que un gobierno toma a la obra pública desde ese lugar y genera acciones que tengan un impacto directo en la población, como lo son las viviendas, escuelas, acceso a agua potable, etcétera», sostuvo el funcionario.
El diputado nacional del PJ de La Pampa y vicepresidente primero de la Comisión de Obras Públicas, Roberto Robledo analiza en este plano el rumbo tomado por el Gobierno desde la presidencia de Néstor Kirchner y hace hincapié en que «sigue la tradición que marcó el Plan Quinquenal de Perón, desde 1947 a 1951, mediante el que se desarrolló un importante plan de construcción de viviendas para enfrentar en aquella época un déficit habitacional de aproximadamente 650 mil unidades».
Lo cierto es que según las cifras oficiales aportadas, desde 2003 a la fecha se multiplicó por 5 la construcción de casas nuevas y mejoradas por año; en materia de agua potable la Argentina se acerca al cumplimiento de una de las metas del milenio fijadas por la ONU: reducir en dos terceras partes la población sin acceso a agua potable y desagües cloacales entre 1990 y 2015. En el área de Educación se prevé para 2014 un plan de construcción que llegue a alcanzar la construcción de 1700 unidades educativas.
«Defendemos la política de los últimos 6 años de entender la conveniencia de invertir en infraestructura y vivienda, ya que no lo consideramos un gasto sino una inversión, que se traduce en efectos favorables en el nivel de empleo y en la economía general», comenta a este diario el director de la CAC y remarca que «así ocurrió en 2009 cuando, sin dudas la inversión en construcción pública y privada sirvieron como herramientas de importancia por su mano de obra y por el efecto multiplicador sobre los demás sectores que proveen a la construcción».
