El sábado 22, Martín´s salía de la casa de un amigo en dirección a su domicilio. Según explicó, iba corriendo dado que tenía frío porque estaba desabrigado y ganas de ir al baño. Durante el trayecto, en la esquina de Córdoba y Siburu, fue interceptado por un patrullero. Un oficial que descendió de la patrulla le preguntó porque corría. Luego de explicarle porqué tenía prisa, el policía lo revisó y luego le dijo: “andate”.
Pero cuando se iba, apareció otro policía de civil y pide que muestre que llevaba en el bolsillo. Martin´s se niega a que lo revisen de nuevo. “Me dice: ‘sos pesado pendejo’ y me pegó una trompada”. Después de mostrarle los elementos personales, el oficial le dice que se vaya corriendo y cuando Martin´s se da vuelta, siente que le aplican una patada en una pierna.
El joven reaccionó y le dijo al policía de civil que lo iba a denunciar. “Me dijo: ‘me estás amenazando pendejo’ y me pegó una trompada”. Luego lo subieron a la camioneta y en el trayecto a la comisaría le iban pegando e insultando. En la seccional siguió el castigo: más trompadas. Martin´s pidió que lo revise un médico. Primero se negaron y luego acudió uno que lo revisó pero el joven desconfiaba del informe que redactaba. Al pedírselo para leerlo, se lo negó porque alegó que era para la Fiscalía.
El joven tomó la determinación de ir al hospital cuando salió de la comisaría. Otra vez fue interceptado por un patrullero en el camino aunque esta vez pudo llegar a destino. En el hospital constataron los golpes que tenía en la cabeza.
La Policía le dijo a Canal 4 de Chajarí que el joven había intervenido en una pelea callejera para explicar la aparición de los moretones. “Cosa que nunca sucedió”, dijo Santiago. Otra versión policial, esta vez para un diario digital, es que al pedirle los documentos, se dio a la fuga. “¿Qué pibe hoy le piden documentos y sale corriendo sin ninguna necesidad?”, dijo Martin´s. Incluso, el joven dice que escuchó de boca de un policía una tercera versión: que andaba encapuchado queriendo robar kioscos. “¿Para que quiero robar un kiosco?”, señaló.
Cuando la madre acudió a la Comisaría para realizar la denuncia, no se la quisieron tomar. Finalmente hizo la denuncia en la Fiscalía. “Hasta ahora no tengo contestación ni de la Policía”, dijo Griselda, la madre quien además junto a su hijo contaron que vinieron a Concordia a consultar al abogado Martín Jauregui.
“Lo que me indigna es que los mismos policías que me hicieron esto a mí se lo hicieron a otro pibe. Siguen laburando y me andan intimidando. Cuando estoy en la calle con mis amigos pasan y me hace señas y se te ríen en la cara”, contó. La camioneta de la Policía constantemente aparece por donde va caminando, como si lo estuvieran escoltando, confesó Martin´s.
Si bien Chajarí es una ciudad donde “si tenes problemas con la Policía ya piensan que sos un malandra”, Santiago aseguró que la gente lo conoce y saben que: “no soy un ladrón ni nada de eso”. La madre aseguró que está muy dolido porque ha ido a “Bariloche, a todos lados y nunca le pasó nada”. Y reflexionó sobre la presencia de los mismos policías patrullando a la noche por Chajarí. “Hoy le pasó a él. Mañana le puede pasar a cualquier otra persona”, señaló Griselda.