“Lejos de ocultar los casos, estamos adoptando una serie de medidas desde el municipio y con la asistencia de diversos organismos” para llegar a determinar lo ocurrido, dijo ayer a El Diario, el presidente de la Junta de Gobierno de Pueblo Belgrano, donde un número significativo de vecinos –él mismo los padeció– presentaron síntomas asimilables a los de la triquinosis: fiebre, edema facial, dolores musculares, conjuntivitis, diarrea.
Si bien “entre el jueves y viernes de la semana pasada, con cierto grado de certeza, se pudieron vincular los casos y se comenzó a presumir que podía ser triquinosis, la gente afectada empezó con los síntomas hace unos diez días”, relató. Las primeras consultas procedieron de un grupo de personas que había compartido una “picada” y luego aparecieron otras y los casos se fueron vinculando en el hospital Centenario de Gualeguaychú donde fueron atendidos. “Vinculados los casos se trató de buscar las causas”, comentó Francisco Fiorotto. Aclaró que siguiendo la estadística del Centro Epidemiológico de ese nosocomio, donde reciben atención y se los medica según el caso, no ha habido complicaciones de gravedad, ni tampoco personas que debieran ser internadas. En ese sentido, opinó que “el problema está controlado, cercado y trabajamos fuerte en el tema” al punto de considerar que “estaríamos en la solución”.
Prohibido está en todo el ejido de Pueblo Belgrano la producción y comercialización de chacinados y todos los productos derivados de cerdo, puntualizó Fiorotto. Aclaró que no pueden tomarse medidas más extremas hasta tanto no exista la confirmación correspondiente.
Con el correr de los días, en las acciones destinadas a solucionar el problema, detectar las causas y actuar en consecuencia, se han ido involucrando Salud Pública a través del hospital de Gualeguaychú y de la Dirección de Epidemiología de la Provincia así como las reparticiones de Veterinaria y Bromatología del Municipio gualeguaychuense.
Ocurre que Pueblo Belgrano se convirtió en municipio de Segunda Categoría en 2007. “Estamos en un proceso de armado de nuevas áreas y Bromatología todavía no estaba funcionando, por lo que en distintos casos –como en este– pedimos la colaboración a Veterinaria Municipal de Gualeguaychú”. Precisamente, esta situación ha provocado la definición de las autoridades locales de conformar un área de Bromatología desde donde hacer más exhaustivos los controles en todo lo relativo a fabricación de alimentos, adelantó.
En otro orden, a raíz de la denuncia que el presidente de la Junta hizo ante Senasa, personal de ese organismo se encontraba en la tarde de ayer inspeccionando criaderos de cerdos familiares, para que “en los casos que no cumplan con la normativa, clausurarlos directamente”. A propósito de los criaderos familiares, señaló que “cuando se tenga más de dos cerdos, se debe presentar todas las certificaciones sanitarias”.
Salud Pública de la provincia tomó intervención a través de la Dirección de Epidemiología, área que inició un estudio de brote a partir de los casos sospechosos. Silvina Saavedra, titular de la repartición, explicó a esta Hoja que aún no dispone de los resultados para confirmar los casos sospechosos que se presentaron con “una clínica muy fuerte”, es decir con los síntomas propios de los que presenta la enfermedad en cuestión.
La funcionaria confirmó asimismo que la presencia de esa patología no es muy frecuente dado los controles sanitarios y bromatológicos que existen, aunque confirmó que puede aparecer donde hay “faena familiar”. Precisó que se están estudiando los casos y recomendó a la población en general tomar los recaudos necesarios y comprar aquellos chacinados etiquetados en los que claramente se advierte la habilitación y que son aptos para el consumo humano.
El perfil de la enfermedad
LA TRIQUINOSIS ES UNA ENFERMEDAD PARASITARIA causada por un nematodo del género Trichinella, que se adquiere al consumir carne con larvas del parásito. El contagio se produce por la ingestión de carne cruda o poco cocinada, infestada de larvas de este parásito enquistadas en células musculares que se trasforman en células nodriza, donde vive el parásito. Estas larvas cambian a estado adulto en el intestino delgado de quien ha realizado la ingesta. Las hembras grávidas se llenan de 1.000 a 1.500 huevos, los cuales al madurar eclosionan en el interior de la misma por lo cual las hembras liberan la larva libre. Dichas larvas se distribuyen por la sangre a los músculos estriados, donde se enquistan al cabo de unas dos semanas de su nacimiento, momento en el que son infectantes para un nuevo hospedador -el ser humano- que se contagia al ingerir la carne infectada.
