Otro de los cálculos posibles y que arroja un salario de 2.200 pesos deviene de tener en cuenta “el registro de la canasta básica que tenemos”, declaró el dirigente gremial. Para él, “el Consejo del Salario no cumple con un artículo de la ley” que indica “que se calcule el costo de canasta básica con estadísticas propias”.
Yasky advirtió que “la ley está bien pensada porque si hay un costo de canasta, hay un número común para empresarios, trabajadores y gobierno; pero acá, cada uno va con sus propios números”.
El titular de la CTA sostuvo que “el Consejo debe definir el tema del costo de la canasta y abordar otros dos temas imprescindibles: la tremenda disparidad que existe entre las asignaciones por hijo que se cobran en algunas provincias del NEA y NOA” y otro, vinculado “a la fantasía del salario mínimo vital y móvil de 1.500 pesos que quedó muy rezagado en el sector rural”.
Yasky aseguró que ningún trabajador rural “cobra esa cifra” y denunció que, sobre todo en provincias del NEA y NOA “hay una violación permanente de empresarios rurales y urbanos” en relación al pago del salario acordado.
Por eso, insistió en la necesidad de “garantizar que estas cifras no sean sólo para Capital y alrededores, sino que rijan para todo el país, si no, estamos haciendo una especie de ficción”.
Seguido, recordó que el salario mínimo, vital y móvil “debe garantizar a la persona los ingresos que le permitan acceder” a las necesidades básicas “y todos sabemos que si hablamos de 1.500 pesos no alcanza para eso (…) Lo que planteamos está más cerca de la realidad que lo que plantean los empresarios”.