Desde el inicio de la gestión, Sergio Urribarri tuvo en claro que Entre Ríos debía acompañar al gobierno nacional en profundizar el rumbo del modelo, porque es un proyecto progresista que tiene el pueblo y que de él se puede construir diariamente un destino distinto a miles de entrerrianos excluidos. Este camino no lo transita solo, sino con la inmensa mayoría de los dirigentes territoriales y la gente que se sustenta de la realidad y no de las interpretaciones, soporte primario de la bulimia de poder de Jorge Busti.
Conocedor de que la acción de gobierno se compone no sólo por las obras, sino por la percepción de los hechos, las palabras y la configuración de una perspectiva de futuro. Urribarri le ha sumado otro elemento a su accionar: la transmisión de datos. Vértice donde los hechos y las palabras confluyen con la realidad.
Sin dudas, esto ha fastidiado al ex gobernador, porque dejó sin sustento a sus argucias interpretativas, que consiste en convencer que el verdadero peronismo siempre es él y no el otro. Además, son tan apabullantes las transformaciones que se han venido sucediendo en los últimos años (por supuesto que hay muchísimas más cosas por hacer), que a este hábil manipulador de situaciones de coyuntura, le está resultando cada día más inverosímil argumentar que esta gestión no es peronista, sin caer en el ridículo.
Dichos y Hechos
No son pocas las veces que Jorge Busti, quien concibe la política como una pelea de poder por sobre cualquier consideración ideológica, utiliza rótulos y calificativos en política para lograr el desprestigio. Como tampoco de fijar posturas y luego estar en el extremo contrario.
Quizás más por la propia naturaleza de su carácter, que por su supremo alarde de ser astuto, Busti hace un año y medio atrás, cuando se lo veía muy kirchnerista, decía: «El cien por ciento del peronismo entrerriano apoyamos la presidencia de Néstor Kirchner en el PJ nacional», a decir ocho meses después (discurso del Día del Militante), que “el gobierno nacional es el más unitario y sectario de la historia argentina y no es peronista. Y que todo lo que haga Kirchner en el partido tiene olor a trampa”. O más notable aún, cuando afirmaba en campaña: “Urribarri es el compañero mejor preparado para la continuidad positiva de la gestión peronista”. A señalar luego, sin movérsele un músculo de la cara, “un traidor que no tiene formación política, no sabe nada del peronismo y será recordado como un aplaudidor genuflexo del kirchnerismo”. Y como si fuera poco, “carece de sentido común, por eso lo diferencia a él en lo metodológico e ideológico”.
Esta distorsión planteada por Busti, sobre el ideario del peronismo en las gestiones Kirchnerista y Urribarrista, tiene un primer aspecto de análisis. Preguntarse ¿qué ha cambiado? para que Busti afirme esto. Y además le demande al gobernador que “hay que pelear por agrandar la torta y no ir a pedir migajas”.
Si uno observa el esquema de distribución coparticipable que dicta la ley, no cambio absolutamente nada. Es más, los dos programas de financiamientos a la provincia por parte de la nación: el refinanciamiento de deudas públicas, se hizo primeramente con el gobierno de Sergio Montiel, los siguientes cuatros años de gestión de Busti y ahora con la gestión de Urribarri, normalmente. En cuanto al financiamiento del déficit previsional, ocurre exactamente igual que en gestiones anteriores, la Nación envía anualmente el recurso para cubrir el déficit (este año esta previsto el envío de $240 millones).
Lo dice, apuntando a la discrecionalidad del manejo de los recursos del poder central. Ahora, habría que indagarlo al tres veces gobernador, cuando un presidente no centralizo el poder con la caja. Es más, es la misma metodología que él aplicó siendo gobernador con los intendentes. El problema más serio no es lo que dice ahora Busti, a pesar de todo. El problema más grave es, en efecto, que esto que hoy demanda nunca lo pidió formalmente mientras fue gobernador, reformar la Ley de distribución de los recursos de origen nacional, ni reprochó algo en el funcionamiento económico de la gestión de de Néstor Kirchner y de Sergio Urribarri. Respecto a la acusación de genuflexo y aplaudidor al gobernador, es una muestra más que no repara en su archivo personal. Justo él dice esto cuando viene aplaudiendo desde Menem, pasando por Duhalde, siguiendo por Néstor Kirchner, sin que descanse las palmas de sus manos, cuando sea provechosa para seguir en el centro de la escena.
Para Busti no es peronismo y se traiciona el paradigma que genera inclusión, igualdad y libertad, cuando se lleva a cabo políticas, que en síntesis, serían estas:
-Por la lucha de los derechos humanos en especial en lo referido a los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, dónde hay más de seiscientos procesados.
-Por salir del modelo neoliberal que tanta pobreza y sumisión acarreó a millones de argentinos. El cambio de esquema en la economía argentina; pasando de un modelo “rentístico financiero” a uno “productivo con inclusión.
-Pasar de 8.000 millones a 50.000 millones de dólares de reservas como parte de una política económica que defiende, desde la inserción en el mundo, lo nacional ante lo extranjero, y lograr mantener en el tiempo superávit fiscal y comercial.
-Por romper con las políticas de ajuste del FMI y sacar al país de una gran depresión.
-Por beneficiar a casi 2.400.000 nuevos jubilados con aportes parciales que estaban destinados a ser mendigos y que no los iba a jubilar ningún gobierno.
-Por poner fin al sistema de AFJP, un régimen privado de pensiones y jubilaciones que había constituido una de las principales medidas de la política generalizada de privatizaciones llevada adelante por Menem, dando lugar un nuevo Sistema Integrado Previsional Argentino
-Por elevar el presupuesto educativo del 1,2% al 6% del PBI.
-Por enfrentar la crisis económica mundial que comenzó en 2008, destinando recursos (en diversas etapas un plan anti crisis con el fin de impulsar la economía y evitar despidos en los sectores fundamentalmente afectados), por 111.000 millones de pesos, en infraestructura, préstamos, créditos al consumo, viviendas. Ni un peso a los bancos.
-Por coparticipar el 30 % de las retenciones a la soja con las provincias y los municipios.
-Por impulsar la Ley de Medios para terminar con el poder desmedido de corporaciones monopólicas que administran con arbitrariedad las noticias y la información que nutre a la opinión pública.
-Por instaurar un gobierno soberano, cosa que debería ser obvia.
-Por tener una política exterior apoyada en Latinoamérica, independiente y respetuosa.
-Por depurar la Corte Suprema de Justicia.
-Por fortalecer el sistema político y las instituciones
-Por bajar las retenciones a los cítricos, maíz, trigo, etc.
-Por tener una «visión» a largo plazo de la argentina
-Por promover a la industria como sector productivo dominante, porque esto produce valor agregado y genera empleo genuino, impactando positivamente sobre el entramado social.
-De estatizar las empresas Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas.
-Por crear el Fondo del Bicentenario, un fondo especial para garantizar el pago de los intereses de la deuda externa, con el fin de reducir la carga financiera sobre el tesoro nacional y promover la recuperación económica luego.
-Por la Asignación Universal por Hijo para todos los niños menores de 18 años cuyos padres se encuentren desocupados o trabajen en la economía informal por una remuneración que no sea superior al salario mínimo, vital y móvil, incluyendo los monotributistas sociales. Medida decidida con el fin de cubrir las necesidades mínimas de todos los niños del país que se encuentren bajo la línea de pobreza y tengan mejor cobertura de salud y inserción en la escuela.
-Por aumentar las indemnizaciones por riesgos del trabajo, modificando el régimen legal (Ley 24.557) con el fin de corregir las fallas del sistema -establecido durante el gobierno de Carlos Menem- y la gran cantidad de fallos judiciales declarando inconstitucionales sus normas.
-Por el Fútbol para todos, quitándole al Grupo Clarín el monopolio del fútbol que obtenían ganancias fabulosas y hoy los excedentes de ganancias por la comercialización se destinen al deporte amateur.
Jorge Busti, y sus viejos compañeros de ruta, como Duhalde, Alasino, Miguel Ángel Toma, Barrinuevo, Romero, los Rodríguez Saa, Ramón Puerta, De Narváez, y Cía, convocan hoy al discurso de la recuperación del comportamiento peronista, como si fuera posible olvidar que son en gran parte los cultores de la miseria de millones de personas. El sueño es un modelo emprolijado del menemismo. Pero no tienen plafond para que el pueblo les crea. Ya gastaron su capital.