Se habría detectado leishmaniasis en un perro de Concordia

Junto al Programa Nacional de Leishmaniasis y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el gobierno de Entre Ríos ha realizado distintas acciones para generar el marco legal, la estructura operativa y los recursos humanos, físicos y financieros para la vigilancia activa de esta enfermedad que se transmite de los animales a los seres humanos, en particular del perro al hombre a través del vector que es una especie de mosquito llamado “flebótomo”.
“El norte de la provincia fue reconocido como vulnerable para la leishmaniasis visceral en diciembre de 2008 por aparición de focos de transmisión en Corrientes con presencia de vector y perros infectados”, explicó en este sentido la directora de Epidemiología, Silvina Saavedra, y comentó que ante esta eventualidad desde entonces se efectuaron “distintas reuniones con veterinarios municipales entrerrianos donde se informó sobre esta situación y se brindaron precisiones sobre la necesidad de intensificar la vigilancia en leishmaniasis visceral”.
Saavedra señaló que en febrero y marzo de 2009 “referentes del Programa Nacional realizaron presentaciones y talleres de capacitación en Chajarí y Gualeguaychú sobre epidemiología, vigilancia y control de leishmaniasis visceral con la participación de los Colegios de Veterinarios ” y agregó que con posterioridad en octubre de 2009 “se concretó con el Ministerio de Salud de Nación un taller sobre vigilancia epidemiológica del que participaron referentes de las provincias del noreste y centro argentino”.
La funcionaria destacó que “la vigilancia epidemiológica permitió la detección de un caso importado de leishmaniasis canina en San José (Departamento Colón)”, por lo cual durante febrero y marzo de 2010 se realizó “junto al referente del Programa Nacional de Leishmaniasis, Daniel Salomón, un relevamiento de riesgo de trasmisión vectorial de esta enfermedad a partir de la colocación de trampas en las ciudades de La Paz, Federal, Feliciano, San Jaime de la Frontera, Federación, Concordia, Palmar, San José, Colón y Chajarí”.
Según explicó la profesional, el muestreo efectuado permitió establecer “la presencia de una colonización incipiente en Chajarí” por lo que con los resultados en mano efectuaron “un taller con referentes sanitarios, profesionales, políticos y organizaciones no gubernamentales indicándoles todas las medidas a implementar en caso de detectar canes sintomáticos”.
Finalmente Saavedra indicó que además de la ejecución de un plan minucioso de muestreo para la detección temprana de cualquier caso, este viernes se realizará una nueva reunión con los veterinarios de Concordia, con quienes ya se viene trabajando en un protocolo común para la detección y manejo de casos, e inclusive el senador José Luis Panozzo ha presentado un proyecto de ley en el que han participado los veterinarios.

La enfermedad

La leishmaniasis visceral (LV) es una enfermedad parasitaria grave, que en América del Sur se presenta en las zonas urbanas y suburbanas. El principal reservorio es el perro, y el insecto Lutzomyia longipalpis es el transmisor. La tasa de letalidad humana es cercana al 7-8%, especialmente en los casos de personas menores de edad.
El modo de contagio del animal al hombre, se produce a través del vector (Lutzomyia longipalpis), que habita en hojarasca, follaje de árboles y maleza, y se infecta de los caninos (principal reservorio).

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