Nicolás Godoy, de tres años, se extravió el sábado 5 de junio en la ciudad de Alcaráz, su madre realizó la denuncia y centenares de efectivos policiales comenzaron a buscar al niño. El martes 8 de junio fue Jorge Vallejos, presidente del Cuartel de Bomberos Voluntarios, quien encontró el cuerpo sin vida del pequeño, flotando en un tajamar.
Los resultados de la primera autopsia determinaron que el niño murió ahogado, sin embrago el Juez de Instrucción de La Paz, Carlos Trajtemberg, ordenó la exhumación del cuerpo para realizar una segunda autopsia -la cual ya fue realizada, aunque el informe final no habría llegado a manos del magistrado-. La nueva pericia habría arrojado que el chiquito habría muerto por asfixia, por ahorcamiento, y estuvo varios días en un freezer.
En declaraciones a El pulso, Jorge Vallejos, titular de Bomberos Voluntarios de Paraná, dijo: “Nosotros no advertimos nada que sea sospechoso, pero sí nos llamaron la atención algunas cosas”, en este sentido Vallejos ejemplificó “que el cuerpo de la criatura esté flotando y no esté en descomposición”.
Luego, Vallejos se preguntó por qué el pequeño no había perdido las alpargatas y explicó que él tenía puesto unas zapatillas acordonadas, las cuales se enterraban en el barro que había antes de llegar a la laguna. “A mí se me quedaban pegadas en el barro las zapatillas”, remarcó Vallejos.
Por último, Vallejos contó que fue al estudio del abogado Marcos Rodríguez Allende para plantearle estas dudas que se les presentaron al encontrar el cadáver. “Hay cosas que quedan dando vueltas”, culminó.
Fuente: LT 14
