“Con esta medida estamos apuntalando el crecimiento para profundizar el proceso de industrialización, defender nuestra producción nacional y reducir nuestra necesidad de insumos de importación, porque es necesario seguir conservando un grado razonable de autonomía en mercados tan volátiles”, explicó la Presidenta.
En su salón preferido de la Casa Rosada, el de las Mujeres del Bicentenario, Fernández sostuvo: “Sabíamos que la gran generadora de la actividad económica es la demanda; nosotros queremos seguir insistiendo en este criterio, que es agrandar el mercado, agrandar los consumos, darles financiamiento a los productores, a los exportadores, y generar empleo para este mercado interno”.
El primero en hacer uso de la palabra había sido el ministro de Economía, Amado Boudou, quien tuvo a cargo un análisis sobre la situación internacional y las diferencias del modelo productivo en curso y los que se utilizaron en las últimas décadas.
Boudou, ante un nutrido auditorio donde había representantes de la banca privada, cuestionó “el desacople del sector financiero con la economía real” y se quejó de que nuestro país “no tuvo en los últimos treinta años un proyecto de desarrollo”. Desde el escritorio lo miraban la Presidenta; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; la ministra de Industria y Turismo, Débora Giorgi; el ministro de Justicia, Julio Alak, y el secretario legal y técnico, Carlos Zannini.
Por su parte, Giorgi adelantó que el Gobierno ya cuenta con una serie de proyectos que se comenzarán a estudiar en breve. “Esta medida es inédita en el contexto internacional de ajuste y restricciones. El Estado dispondrá recursos para que el sector privado invierta y así sostener el crecimiento con desarrollo. Ya tenemos relevados más de cien proyectos de inversión en sectores estratégicos de nuestro sistema productivo”, sostuvo Giorgi.
El programa. Los industriales interesados en conseguir esas condiciones (una tasa muy ventajosa teniendo en cuenta la oferta actual) para el financiamiento deberán presentar sus proyectos ante una comisión creada ad hoc e integrada por tres ministerios (Economía, Industria y Turismo y Agricultura y Pesca), que estará a cargo de establecer la importancia estratégica del proyecto. La iniciativa de financiamiento está apuntada a las empresas pequeñas y medianas así como a las más poderosas que estén radicadas a lo largo y ancho del país.
Una vez aprobado por ese comité, el proyecto pasará al sistema bancario tanto en el sector público como en el privado. Las entidades bancarias deberá asignar o no el crédito en función de los requisitos que se establezcan. Para fomentar el aumento de la participación de los créditos productivos en sus carteras, el Banco Central garantizará la asistencia de liquidez.
Es decir que los bancos podrán presentar ante el Banco Central los títulos públicos que tienen en su poder para acceder a fondos frescos para que su liquidez no quede atada a estos proyectos, consigna BAE.
Sin embargo, un hombre de la banca privada expresó, por lo bajo, su preocupación respecto de la implementación de esta herramienta. El banquero advertía el efecto negativo que podría generar en el mercado la noticia de que una entidad requiera la asistencia de liquidez del Central, aun cuando no tenga problemas de caja.
En tanto, desde el Gobierno aseguraron que el argumento no es sólido y se encargaron de aclarar que la Carta Orgánica del Banco Central autoriza en su artículo 17 a realizar esos préstamos aun en casos de que no esté en riesgo su liquidez.
Optimismo. El titular de la Unión Industrial, Héctor Méndez, destacó el anuncio y aseguró que “es el camino a seguir. Es un instrumento para tomar crédito barato, éste es el camino, esperamos que podamos aprovecharlo”, sostuvo Méndez, quien estuvo ubicado en primera fila junto al titular de Adimra, Juan Carlos Lascurain. En tanto, el titular del Banco Credicoop, Carlos Heller, se mostró entusiasmado y cuestionó la falta de voluntad de algunos banqueros de potenciar la cartera productiva. “Nuestro proyecto establece un cupo para cartera productiva, porque si queda en manos de la vocación de los banqueros, parece que no va”, sostuvo Heller.
