Así quedó sancionado el proyecto que contó con el voto positivo de los dos tercios de los legisladores presentes y que deberá tratar el Senado, donde la fuerza del bustismo no tendría al menos en estos días los votos necesarios para sancionarlo definitivamente.
En el debate, la oposición coincidió al exigir previsibilidad y certidumbre en el cronograma electoral mientras que Héctor de la Fuente, la espada que tiene hoy el gobernador en el recinto, cuestionó el texto porque – dijo – «el gobierno también necesita previsibilidad para terminar el mandato» y advirtió que la reforma no puede estar sujeta «a intereses sectoriales».
Daniel Bescos, fundamentó el proyecto insistiendo en el mandato constitucional que tiene la Legislatura mientras que D´angelo, al hacer uso de la palabra, recriminó que su propuesta de reforma política y de partidos políticos nunca fue tratada en comisión y marcó que los impulsó en julio del año pasado «cuando no había ningún clima electoral y advirtió sobre los inconvenientes que trae una transición demasiado prolongada”.
A su turno, Jourdán, que se sintió tocado porque en su comisión están los proyectos de reforma política que reclamó DAngelo, atribuyó a una «economía electoral» la necesidad de unificar las elecciones y denunció que el Ejecutivo «trabaja en quebrar senadores».
Marcelo López, del bloque de la UCR, exigió un calendario que perdure en el tiempo y un sistema de financiamiento claro y transparente. «Las reglas claras son el tesoro de la democracia» ilustró.
Con una mirada diferente, De la Fuente dijo que el gobierno de Urribarri también necesita «previsibilidad» para terminar el mandato y exigió una reforma despejada de intereses sectoriales y, en todo caso, más profunda. Juan Domingo Zacarías fue más oficialista que los peronistas federales y le contestó: «Algunos no pudieron sostener su propio bloque de dos legisladores» en alusión al que integraba con DAngelo.Y, le demandó «propuestas superadoras» para abordar el tema. Allende, el jefe de la bancada aseguró que «resiste el archivo» y que nunca respaldó la unificación de las elecciones y adelantó su rechazo a la propuesta.
Finalmente, Jorge Busti, desde una banca trazó un recorrido sobre diferentes instancias electorales desde el 95 a la fecha y advirtió que «una gran sobrecarga de elecciones provoca indiferencia en la gente». Para Busti «lo peor en política es no tomar una decisión. Yo me juego por todo» apostó al cerrar su discurso en el que mostró las diferencias sustanciales con el kirchenirsmo «cuando hubieran podido seguir los vientos de cola, pero en 2008 fue el gran quiebre con un conflicto innecesario» indicó.