“El gobierno apoya esta iniciativa, como lo ha hecho con tantas otras, porque esto genera cada vez más trabajo que es lo que buscamos para evitar que los jóvenes entrerrianos se vayan”, dijo Urribarri, quien participó en EE UU del acuerdo comercial al que llegó la empresa entrerriana, durante la misión comercial del año pasado. “Cuando hicimos el último viaje a Estados Unidos logramos que nos acompañen los empresarios de Pur Sang y allí fue justamente donde concretó esta venta”, dijo.
Por su parte, el presidente de Pur Sang, Leonidas Anadón, explicó que la pieza estará llegando a destino en 15 o 20 días y en un mes estarán montados los planos nuevamente con lo cual podrá tener la posibilidad de ver un video de su vuelo en Estados unidos. “Para nosotros, lo más impresionante desde el punto de vista empresarial, es que un avión construido con las manos de los entrerrianos pueda volar los cielos norteamericanos”, dijo Anadón.
Además, dijo que cuando los sueños se concretan “uno hasta se emociona”. “Creo que ese es el valor agregado más importante, que desde esta provincia que en tantos aspectos está lejos de los lugares importantes del mundo podamos mandar una pieza para volar que va a tener seguramente un éxito rotundo”, admitió Anadón.
En relación a esta primera venta, el empresario afirmó que: “hace dos o tres años que hemos iniciado relaciones con distintos museos y coleccionistas del mundo interesados en volar aviones que han sido históricos”.
En este caso, el Avro es un avión que ha sido un ejemplar importante en la Primera Guerra Mundial. El diseño es de 1913 y se empezó a volar en 1914. “Los contactos vienen fundamentalmente por la historia de nuestra compañía que se ha dedicado siempre a fabricar coches de colección de esa época y un poco más actuales. Así nace el contacto con los coleccionistas de la cuestión aeronáutica”, manifestó el titular de Pur Sang.
Si bien la firma Pur Sang hace muchos años viene trabajando con coches de colección, los aviones “es un tema prácticamente nuevo para nuestra empresa”, aseveró Anadón. “Hay mucha expectativa porque hay demanda y necesidad de los coleccionistas de tener este tipo de máquina. Este avión está construido básicamente con madera y tela, si fuera original estaría fuera de las condiciones para volar y lo que nosotros hacemos es recrear una historia interesante porque era un avión de adiestramiento de pilotos fundamental para que en 10 o 15 días un piloto estuviera en condiciones de salir a volar un avión de guerra, y ese es el atractivo. La gente que tiene pasión por esto añora volver a revivir la aviación de una época”, acotó.
En relación a la capacidad de vuelo de la pieza el empresario recalcó: “Estamos seguros de que va a volar y mucho. Nosotros en el último vuelo que hicimos acá antes de empezar a desmantelarlo para que viaje, estuvimos una hora cuarenta de vuelo con siete aterrizajes. Volaron en la butaca número dos todos los chicos que ayudaron a construirlo. En ese sentido fue una experiencia muy interesante porque el avión responde correctamente a condiciones y exigencias normales de la aeronáutica actual”. “Esa es nuestra especialidad, creemos que hemos encontramos un nicho de mercado donde la motivación mas importante es la nostalgia, cada uno de los que adquiere este tipo de productos cuando se sienta arriba, tanto con los coches como con los aviones, vuelve al pasado por un rato” finalizó Anadón.
A su turno, el ingeniero aeronáutico Carlos De Bortoli resaltó, se trata de “un avión completamente nuevo, réplica de uno muy antiguo que se fabricó por primera vez y voló en 1913. Se construyó desde el primero hasta el último de los bulones y maderas con características del avión original, respetando todo”, aseguró.
De Bortoli también hizo notar que se “está hablando de una réplica de un avión que tiene casi 100 años, por lo tanto la tecnología que tenemos hoy es bastante diferente y a veces es más complicado respetar la tecnología antigua con todos los procedimientos de esa época que hacerlo con materiales y tecnología modernas”.
Detalló además que: “el avión lleva acumuladas ocho horas de vuelo de ensayo, superando ampliamente todas las características solicitadas por los fabricantes y sin que tuviéramos que hacer ninguna modificación. Salió como esperábamos, tal cual los planos”.
El ingeniero reveló que la aeronave “tiene la característica de ser el primer avión que construyó nuestra fábrica militar de aviones. Bajo licencia inglesa, vino en 1928 y se lo vendieron los ingleses a nuestra Fuerza Aérea. Se trata de un avión diseñado para volar todos los días y tiene las características de ser moderno en cuanto a su funcionalidad; no tiene limitaciones de vuelo”.
“Se hizo un estudio de mercado y ya hay bastante gente interesada en el avión. Hay otro en proceso de fabricación, destinado a un mendocino y hay tres más que ya han sido solicitados por gente de Europa y Estados Unidos; y creemos que cuando este llegue a Virginia va a haber más pedidos”, cuminó De Bartoli.
La firma
Pur Sang es una empresa que desde hace más de 20 años abrió sus puertas con la meta de fabricar productos que se convirtieran en verdaderas piezas de colección. Dedicada a la fabricación de réplicas de autos y motos históricas, esta firma destaca que el diseño y construcción requieren tanto la precisión de la técnica como la noble perspectiva del arte.
Esta empresa especializada tiene su sede en Paraná, Entre Ríos, y construyó e hizo volar su primer avión, una réplica artesanal del Avro 504K, con mano de obra integramente entrerriana y que fuera capacitada para esta tarea, ya que según lo precisó el presidente de la firma, “ninguno de los jóvenes que tomamos para este trabajo tenían experiencia anterior en la temática•.
En la planta de Pur Sang se desarrollan y construyen réplicas de autos históricos de competición, como las Bugatti Type 35 y el Mercedes Benz Chain Driven de 1909, entre otros.
