El mecanismo, que comenzó como una prueba piloto en Paraná, ahora se está expandiendo al resto de Entre Ríos: antes de que concluya marzo se aplicará en Concepción del Uruguay, y luego, en mayo, seguirán Gualeguaychú y Concordia
Por ahora, el grueso de los pacientes opta por el sistema tradicional, y en la obra social lo atribuyen a la confusión que generó la polémica con el Círculo Médico, que primero pidió una prórroga, y luego contraoferta un mecanismo alternativo provisto por un tercero para instalar “expendedores” de órdenes en lugares clave de la Administración Pública, y de ese modo darle más tiempo a los profesionales para que pudiesen “informatizar” los consultorios.
Pero el Iosper no aceptó el ofrecimiento de los profesionales, y ahora hace una contraoferta: instalar esos expendedores, pero con tecnología provista por la propia obra social. Los sitios serían no sólo las áreas más concurridas por empleados públicos –como Casa de Gobierno, el edificio de Educación o las oficinas de la Municipalidad que funcionan en Cinco Esquinas– sino también lugares clave ubicados fuera de bulevares, como algunas escuelas. De ese modo, dice Silvio Moreyra, presidente del Iosper, se podrá conseguir uno de los objetivos centrales del sistema de tarjetas magnéticas: que el afiliado a la obra social no tenga que hacer largas “colas” en la casa central para comprar una orden médica. El nuevo sistema informático permite, en teoría, que con sólo el plástico, el paciente pueda recibir atención en el consultorio, donde el médico, conectándose vía Internet con el Iosper, podría emitir la orden de consulta.
Moreyra –que aspira a conseguir la reelección como director del Iosper en las elecciones que se llevarán a cabo el próximo 27 de mayo en representación de los empleados judiciales y legislativos– dice que “no hay buena información” entre los afiliados respecto de cómo usar el nuevo sistema, aunque dice que en breve iniciarán una campaña masiva para motivar el uso de Internet para “bajar” las órdenes de consulta.
Una de las ideas es motorizar el “uso” de la página oficial de Iosper en Internet –www.iosper.gov.ar– para que los afiliados ingresen, y “bajen” las órdenes de consulta ya sea desde la casa, en el caso de que cuenten con la tecnología, o desde un ciber, asegura el funcionario. Al respecto, Moreyra apunta que un dato que arrojó el reempadronamiento de afiliados, previo a la instrumentación de las tarjetas magnéticas, dice que el 50% de los afiliados de Paraná –que suman 85 mil, de los cuales 36 mil son titulares– tiene cuenta de correo electrónico, “por lo cual están familiarizados con la informática”.
“La página del Iosper está preparada para que los afiliados ingresen con su número de afiliado y el número de PIN (número de identificación personal, según las siglas en inglés) y puedan bajar las órdenes de consulta. Y también pensamos usar la publicidad que hacemos en los medios digitales para colocar un link (enlace) para que también se pueda acceder desde allí”, apuntó Moreyra.
Pero en el Iosper son concientes que aún cuando hace casi un año se viene hablando de la implementación del sistema de las tarjetas magnéticas, llevará tiempo generalizar los cambios entre todos los afiliados y prestadores. “Sabemos que van a convivir los dos sistemas, y que va a demorar la puesta en funcionamiento a pleno en toda la provincia. No es fácil que 260 mil afiliados empiecen a usar esta nueva tecnología: primero hay que amigarse con la tecnología, hay que actualizarse, y eso lleva todo un proceso que involucra a todas las partes”, sostiene.