La soja y el maíz se encaminan hacia una cosecha récord para la campaña 2009-2010

Según revela un estudio de la Bolsa de Cereales de Rosario, las hectáreas destinadas a la oleaginosa ascienden a 19 millones, 8% más que el anterior ciclo. Respecto de la producción, se ubicaría 20 millones de toneladas por arriba de la campaña pasada, cuando se cosecharon 31 millones. Pero también supera el récord que supo tener en la campaña 2007/2008, cuando se cosecharon 46 millones de toneladas.

MAÍZ. Si bien en el caso del cereal se aprecia una caída en las hectáreas cultivadas de 17%, esto no impidió que la proyección sea de 5 millones de toneladas más en comparación con el ciclo 2008/2009. El motivo de la gran cosecha se debe a que hay “un rinde promedio de 80 quintales (8.000 kilos) por hectárea”, afirmó la Bolsa de Cereales.
Por su parte, el último informe elaborado por técnicos del Ministerio de Agricultura sostuvo que el maíz registra “un repunte en la intención en el área a sembrarse”, que ubicaría a la superficie implantada en 3.160.000 hectáreas, apenas 300 mil hectáreas por debajo de las 3.489.000 hectáreas de la campaña pasada.
En lo referido a la exportación, fuentes del sector exportador afirmaron que el saldo de venta, en principio, sería de 9 millones de toneladas y no de 3 millones, como se consignó en una nota publica en el diario La Nación el pasado sábado 30 de enero. La diferencia surge porque los 3 millones son sólo un adelanto de los permisos de exportación, los cuales se irán aumentado conforme se vaya levantando la cosecha.
Datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) destacan que pese a la crisis de fines de 2008, el maíz tuvo un aumento de 61% en el ingreso de divisas, superando la de 2007, cuando el valor promedio por tonelada/u$s, fue un 54% más.

SOJA VS. MAÍZ. La misma Bolsa de Cereales advirtió días atrás que la cantidad de hectáreas destinadas a la soja de la campaña 2009/2010 aumentaría debido a “la reducción del área maicera en la zona núcleo”.
El informe confeccionado por la Guía Estrategia para el Agro (GEA), de la Bolsa, sostuvo que el ingreso en campos destinados a la siembra del cereal sería “el factor de mayor preponderancia en el incremento de la superficie sembrada con soja” y que crecería en las provincias de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos, como también en áreas de Chaco y Santiago del Estero.
Del mismo modo, se produjo un traspaso hacia el cultivo de soja, aunque de menor magnitud en valores absolutos, donde no pudo concretarse la siembra de girasol o se perdieron lotes a causa de la sequía. Esto se dio en regiones del norte de Santa Fe y sur del Chaco, y en algunas áreas de la provincia de Buenos Aires, donde también fue menor la superficie implantada. También puede hacerse mención a la mayor intención de siembra de oleaginosa en zonas marginales y eminentemente ganaderas del Noroeste argentino, siendo ésta la única forma de expandir el área agrícola, debido a que están prohibidos los desmontes.
Pese al ingreso de la oleaginosa en los campos destinados al maíz, la cosecha se vería beneficiada por los buenos rindes que presenta el área récord de siembra, apoyada por un buen clima.

CLIMA. Tanto el maíz como la soja se vieron beneficiados por la caída de lluvias tras una sequía que empezó en febrero de 2008.
En el caso del cereal, “las precipitaciones acompañaron el ciclo del cultivo y principalmente la floración, fase crítica para la determinación de los rendimientos”, había señalado la BCR.
Para Agricultura, “el estado del cultivo puede ser considerado de bueno a excelente en casi la totalidad de las zonas productoras, gracias a los importantes aportes hídricos producto de las precipitaciones”.
Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, había adelantado el pasado mes de noviembre que “un 70% del área sojera está bien y con buenas perspectivas de lluvia”.
El trigo no tuvo la misma suerte y por eso su cosecha cayó en 7,5 millones de toneladas producto precisamente de que los suelos no tenían la suficiente humedad cuando se inició su siembra. Sin embargo, es imposible compararla con la campaña 2007/2008, ya que dicho ciclo tuvo buena caída de lluvias que ayudó a que se levantaran más de 16 millones de toneladas. En relación con la campaña pasada 2008/2009, la baja es de sólo 9%, pero es correcto decir que las dos últimas campañas sufrieron los embates del clima.

Fuente: BAE

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