“Urribarri ha sido el gobernador que ha traído más recursos federales a la provincia de Entre Ríos. Esta es la verdadera historia”, sostuvo Fuertes. Y definió la presentación del legislador provincial en la Corte Suprema de Justicia como “una herramienta electoral para desgastar a Urribarri”. “Hace 25 meses a esto lo no decía nadie. Ni siquiera el actual diputado nacional Gustavo Zavallo, que ahora se dedica a hacer comunicados hablando de quienes están de rodillas, estaba preocupado en campaña por recuperar los recursos del Estado”, remarcó.
El intendente pidió analizar los momentos en que se perdieron recursos provinciales transfiriendo fondos al Estado federal. “Muchas administraciones y gobernadores han sido quienes han firmado los pactos fiscales transfiriendo recursos provinciales a favor del Estado Federal”, recordó Fuertes en declaraciones a LT 14.
“Aparentemente ahora quienes luchan por las grandes causas federales son los que firmaron los pactos fiscales resignando recursos de los entrerrianos para el tesoro federal”, insistió el intendente de Villaguay.
Fuertes dijo sentirse conforme mirando a lo largo y a lo ancho de la provincia y ver “como se está revolucionando esta provincia con obras que dignifican a los entrerrianos”. Y añadió que si se le decía a alguien hace dos años que se iban a invertir $ 170.000.000 en un hospital regional en Gualeguaychú, “por lo menos le decían que era un mentiroso”, indicó el intendente.
Más adelante, indicó que es la primera vez que la provincia de Entre Ríos tiene un proyecto que tiene como premisa aceptar el disenso. “Estamos embarcados en una provincia productora de alimentos primarios con valor agregado, que generan recursos y permitan recaudar más para dignificar los salarios de nuestros empleados públicos con un verdadero crecimiento”, agregó Fuertes, olvidándose de que hace más de un año que no se otorgan aumentos de sueldos a los empleados estatales.
El mandatario municipal de Villaguay aseguró que durante los últimos treinta años hubo una política de ingreso al empleo público que “poco ha tenido que ver con la eficiencia y la racionalidad y más ha tenido que ver con el acomodo y la irracionalidad”. Por ello, sostuvo que hay que terminar con esa situación y controlarla, dignificando al trabajador público con buenos salarios. “Treinta años de desidia se arregla con por lo menos diez años de políticas de Estado”, opinó.