Un concordiense de 32 años identificado como Sergio Acevedo –apodado “sapito”- fue detenido ayer por personal policial luego de ser acusado de una osada maniobra delictiva. Entre las 14:30 y las 15 horas, cuando el colectivo de la empresa Nuevo Expreso donde viajaba arribó a la Terminal de ómnibus chajariense, el sujeto se bajó del mismo y se escabulló por la parte trasera del kiosco de diario, revistas y comestibles del lugar. Desde allí increpó con un arma de fuego a la empleada que había en ese momento, obligándola a entregarle todo el dinero que había en la caja. La joven, luego de despachar a un cliente que también justo en ese momento se había presentado en el kiosco (y de hacerlo bajo la constante amenaza del delincuente que la apuntaba) le entregó el dinero para que el hombre se retirara, no sin antes hacerse de una caja donde había tarjetas telefónicas como parte de su botín. Todo ello no duró mas de 5 minutos.
El supuesto ladrón –se supo después- volvió a subirse al ómnibus donde venía y allí se disponía a aguardar a que este partiera rumbo a Buenos Aires, su destino final. Sin embargo, ante el alerta de la empleada del kiosco, un policía presente en la Terminal impidió la salida de los únicos dos coches que había en ese momento. Paralelamente, y dado que el kiosco cuenta con un sistema de video cámaras, se miraba la grabación de los hechos recientes y así el delincuente pudo ser identificado. Tras rápidas averiguaciones, se determinó cual seria el micro donde estaría el malhechor y se lo abordó. En efecto, allí estaba junto a una mujer que se identificó como su concubina y un pequeño niño. Mas allá de algunas maniobras para disimular su presencia (se cambió de ropas, se cubría el rostro), estas no bastaron para que la policía lo descubriera y detuviera.
Acevedo tiene antecedentes policiales e incluso había estado purgando hace algún tiempo atrás una condena de 5 años en una unidad penal de la provincia de Buenos Aires. Permanecerá detenido en la ciudad de Chajarí.