Esta mañana los empleados decidieron protestar mediante la implementación de un quite de colaboración de 6 a 18 horas. Por ende, dejarán de atender “lo cotidiano y lo que se puede evitar que se atienda, hasta que no haya algún tipo de respuesta o se pueda dialogar con algún funcionario”, precisó Zuchuat. El quite de colaboración no abarca las guardias ni las emergencias.
No es el único déficit que afronta el Centro. Algunos empleados trabajan ad honores y otros prestan servicio y su único sustento es un plan de emergencia laboral. Su máxima expectativa es tomar una suplencia para ser remunerados correctamente.
Antes de llegar a esta instancia, desde el gremio se reunieron con la directora del Centro quien les confirmó que hace 20 días que hizo un reclamo administrativo pero aún no recibió ninguna respuesta.
El principal inconveniente es la falta de un chofer que maneje la ambulancia, situación que sucede una vez a la semana. Zuchuat teme que los familiares de algún enfermo o herido que requiera ser trasladado el día que la ambulancia no se puede mover terminen recriminándoles a los empleados la situación angustiosa que les toque vivir. “Cuando se da este tipo de situaciones quien viene con esta problemática se descarga con el primero que encuentra”, advirtió el gremialista.
Otro de las falencias denunciadas consiste en que algunas enfermeras deben desempeñarse como técnicas. Mientras tanto, el personal de mantenimiento debe trabajar sin percibir remuneración alguna, excepto cuando cubre una suplencia. “Pero no hay suplencia todos los días”, dijo Zuchuat.
El Centro de Salud abarca la zona noroeste de la ciudad y está enclavado en una zona conformada por barrios humildes y vecinos con carencias socio-económicas. “Es un centro regional muy importante donde hay una comunidad que va y se hace asistir de todas las edades”, consignó el secretario general de ATE Concordia.