Los argumentos de los concejales que no votaron se basaban en que se debía buscar financiamiento de otro lugar para obtener recursos porque Federación es una ciudad turística que depende de las termas en gran medida. En consecuencia la entrada seguirá costando $ 20 para los turistas.
En consecuencia, el municipio se queda sin dinero para abonar el aumento del sueldo mínimo y de las asignaciones familiares estipulado el lunes. “Creo que los municipales, por lo que me enteré hoy a la mañana, ya estaban preparando otro paro así que seguirá el conflicto”, indicó Rastelli.
El municipio no tiene dinero como para afrontar una suba de sueldos con las tasas. Rastelli precisó que el 35 % de los recursos salen del cobro de tasas locales y el resto viene de recursos que se coparticipan mientras que se destina el 68 % del total de gastos a los sueldos de los empleados.
El desenlace no era el que se esperaba porque algunos integrantes del bloque de la UCR y todos los del PJ estuvieron en la reunión del lunes entre el gremio y el Ejecutivo donde se acordó la suba de la tarifa para abonar el aumento de sueldo de los empleados. “Hubo concejales radicales que se comprometieron a votar esto como así también todos los justicialistas pero una vez llegado allí las cuestiones políticas no se dieron y no se pudo sacar el proyecto”, dijo Rastelli.
En cambio, los radicales propusieron que el dinero para el aumento a los empleados municipales se obtenga del 16 % de una cuenta que se financia con $ 2 de cada entrada expendida en termas. La cuenta tiene como finalidad la construcción de una pileta con chorros de agua. En realidad, ese 16 % tiene como destino saldar una deuda que existe con la Caja de Jubilaciones. Rastelli opinó que no estaba a favor de ese enroque porque aseguró que ese porcentaje no alcanza para pagar la totalidad del incremento salarial pautado con los empleados.
Además sostuvo que cambiar el destino de ese dinero incrementará con el correr de los años la deuda con la Caja de Jubilaciones. Incluso recordó que en la intendencia de Carlos Cecco, el municipio debió entregar viviendas que formaban parte de su patrimonio por la deuda con la Caja.
