La ex ministra de Desarrollo Social del gobierno de la Alianza, Graciela Fernández Meijide, propuso que se bajen las condenas de los represores a cambio de información.
La ex funcionaria, que tiene un hijo desaparecido, hizo estas declaraciones en la presentación de su libro «La historia íntima de los derechos humanos en la Argentina (a Pablo)», en el que cuenta la tragedia familiar que vivió con el secuestro y desaparición de su hijo Pablo, de 17 años, hecho que ocurrió en octubre de 1976.
En el texto, Meijide cuenta su drama personal, que la hizo ser parte de los movimientos de derechos humanos y de la CONADEP, creada en 1984 por Raúl Alfonsín y cuyo informe fue decisivo en el juicio a las Juntas Militares.
La ex dirigente reveló que se decidió a escribir este libro pensando en sus nietos y en los jóvenes.
En una entrevista brindada a un matutino porteño, sugirió que habría bajar las penas a los represores a cambio de que brinden datos para lograr «alguna verdad» sobre las desapariciones y, especialmente, para recuperar la identidad de los niños robados.
En este sentido, dijo que le preguntó a Chicha Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, si prefería que los condenen al que robó a su nieta o que ésta aparezca. A lo que la anciana, de 80 años, le respondió: «Conocerla».
Meijide agregó que esa baja en las condenas apunta a que hablen los represores más jóvenes, no los que denomina «dinosaurios». «Los que secuestraban, interrogaban, los que mataron. Ésos saben. Y son los que no largan prenda», se explayó.