El campo lanza la ofensiva poselectoral

La cúpula agraria decidió esperar durante una semana una reacción de Cristina Fernández de Kirchner ante el revés electoral. El primer discurso de la Presidenta no cambió el escenario, a pesar de ella subrayó que no había ninguna intención de hablar de retenciones y hasta relativizó el desempeño de los candidatos rurales (las entidades sostienen que de los 20 que disputaron cargos nacionales, 14 los consiguieron). “Siempre tarda en reaccionar”, recordó uno de los dirigentes ante este diario.
“Creo que ahora tenemos que avanzar en una agenda parlamentaria donde hay que darles prioridad a las cuestiones del campo para bajar al recinto y debatirlas rápidamente. La sociedad dio señales”, apuntó Carlos Garetto, líder de Coninagro. Los ruralistas quieren impulsar tres proyectos en el Congreso: la baja de las retenciones (y su eventual segmentación), un incentivo a la ganadería y una reformulación del sistema de exportaciones que le reste poder de decisión a la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario.
El martes próximo también se volverá a reunir la Comisión de Agricultura de Diputados. El presidente, Alberto Cantero –cuyo mandato vence en diciembre– quiere que las retenciones se discutan en una reunión con las comisiones de Presupuesto y Comercio. Cristian Gribaudo, el vicepresidente, macrista, promete empujar para sortear esa traba.
En Sociedad Rural Argentina, sin embargo, creen que no habrá soluciones ni mágicas ni veloces. Que la sociedad no toleraría una nueva discusión beligerante sobre las retenciones. Y que el escenario ideal sería que el Gobierno reabra las negociaciones con las entidades del campo.
“Para seguir reuniéndonos con Giorgi, Randazzo y Cheppi para hablar del modelo, no tiene sentido. La sociedad argentina ha pedido otro tipo de modelo”, sostuvo ayer Garetto.
Coninagro y Federación Agraria, que ya empieza con el largo proceso eleccionario de sus delegados, vienen acumulando asambleas en todos los puntos del país. Es posible también que se convoque a una gran convención de todas las entidades. En los últimos tiempos, cada vez que hay reuniones, surgen las protestas. Aunque, este año, seguramente, tendrán formas más conciliadoras. Eduardo Buzzi lo reconoció ayer:
“El principal desafío que tenemos a partir de hoy mismo es transformar toda la bronca que se expresó en las urnas en propuestas para el futuro del sector y del país. Si bien los nuevos legisladores recién asumirán en diciembre, la acción gremial no puede esperar hasta esa fecha. Porque en el segundo semestre, si el Gobierno no toma las medidas adecuadas, no se podrá trabajar en el campo, y en las ciudades se agravará la recesión”, dijo.

fuente: Crítica

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