Silvano señala que “no importa si esto se dice en el ámbito privado, o por internet con cadenas agotadoras de denuncias que caen al vacío porque todo responde al ámbito privado. Acá lo grave es que cuando todos los ciudadanos tenemos que estar pensando un sufragio, aparezcan en organismos estatales este tipo de «denuncias», que no lo son por la falta de sustento, documentación y autor/es. Porque si a mis alumnos les exijo desde sus primeros años de nivel medio que argumenten fehacientemente un texto con una opinión tomada y la defiendan, si soy cómplice de este hecho me siento culpable de «borrar con el codo lo que escribo con la mano».
Soy afiliada al Partido Justicialista desde 1987, me hago cargo de los errores y de lo aciertos de nuestros dirigentes. No soy genuflexa, sino crítica y por sobre todas las cosas priorizo la tolerancia y los ideales de las personas del partido que sean de buscar una sociedad más feliz para todos.
Con actitudes difamatorias podemos perder lo mejor que tenemos, la libertad de vivir en democracia y que las instituciones abarquen la pluralidad de ideas para construir y no para difamar anónimamente.
