El clima recesivo y la volatilidad que genera el clima electoral para las legislativas del 28 de junio, son variables que afectan directamente en los diferentes sectores de la economía local, para promover inversiones y generar más empleo.
El sector de la construcción, uno de los ejes fundamentales que traccionar a varios engranajes de la economía y el de mayor capacidad de generar empleo, vive por estos días una desaceleración que no puede ser revertida aún por la obra pública y las inversiones privadas, que siguen en marcha, sobre todo en el sector turístico.
El secretario general de la UOCRA y coordinador de la CGT en Gualeguaychú, José Tofolón, explicó que: “En nuestro gremio tenemos 1700 afiliados contando a los trabajadores que están trabajando en Gualeguaychú, Gualeguay e Islas y hoy por hoy estamos con un 40 por ciento de agremiados que están cobrando el subsidio de desempleo de 800 a 700 pesos”, explicó.
En menos de un año, casi 40.000 trabajadores de la construcción perdieron su trabajo en todo el país, o en el mejor de los casos, pasaron a la informalidad. La destrucción de puestos de trabajo en uno de los sectores que motorizó la creación de empleo luego de la caída de la convertibilidad, se profundizó en el primer trimestre de este año: hubo una caída interanual del 7,8%, la peor desde el último trimestre de 2002.
La construcción tenía en el primer trimestre de este año 381.390 trabajadores registrados. Fue la menor cifra de los últimos dos años. Desde el pico que marcó el empleo en el segundo trimestre del año anterior, el sector ya perdió 39.095 puestos de trabajo en blanco.
Pese a la obra pública que se ejecuta en nuestra ciudad, desde el cambio de la cañería madre de Obras Sanitarias, el reasfaltado de la ruta 16 y 20, el puente sobre el camino a Plavesino, la Colonia Penal, la ruta Mesopotámica, y el asfaltado de la entrada a Holt Ibicuy, y las pocas obras en el sector privado no es suficiente para revertir la tendencia de deterioro en la calidad del empleo y generación de nuevos puestos de trabajo en el sector.
Un agravante que retarda la reactivación en la construcción local, es la demora en el inicio de obra de las viviendas sociales del IAPV, donde dos proyectos que quedaron truncos, imposibilitan la construcción de 140 viviendas, que generarían 420 puestos de trabajo.
Estos barrios son el del Sindicato de los Empleados de Estaciones de Servicio, que ya fue adjudicado a una empresa y ésta no puede comenzar a construir las casas al estar una antena de telefonía celular en el predio, y el otro fue la construcción de un barrio de cien viviendas en el ex predio de la laguna sanitaria del barrio 338, que no tuvo el visto bueno del municipio, pero ahora los gremios docentes intentan reflotar ese proyecto.
Tofolón señala que: “El clima electoral le saca seguridad a los inversores. La desocupación en la construcción en nuestra ciudad es notable, se ve, se palpa y se sufre”.
Para el mes que viene se iniciará la obra de Eco Torres del Molino en Av. Parque y Doello Jurado, una torre de de diez pisos que contará con 67 departamentos.
Se trata de la mayor inversión inmobiliaria privada de los últimos tiempos -4,2 millones de dólares- que generará varios puestos de trabajo.
“Estas inversiones sólo son un aliciente. En Concordia en este momento se están construyendo 17 torres y en Gualeguaychú se esta construyendo una sola.
Todas estas cuestiones deben estar acompañadas de políticas que permitan tomar decisiones a pesar de los riesgos, nuestra ciudad está acotada en cuanto a la construcción de edificios en altura, en un determinado radio céntrico, en el cual el inversor, siempre va a tener una buena posibilidad de venta. Ahora si lo mandamos a construir un edificio donde le va a costar mucho más recuperar el capital, el inversor lo va a pensar dos veces”.
El turismo
El turismo también sufre la crisis y más se siente en el sector gastronómico.
Las pernoctaciones de turistas en hoteles, establecimientos parahoteleros, cayeron en el primer trimestre de este año un 11,6% respecto del mismo período de 2008, según el Indec.
En Gualeguaychú, la actividad turística genera 800 puestos de trabajo directo todo el año, según datos del Sindicato de Gastronómicos.
“Tenemos una pérdida de horas trabajadas en la semana. Antes teníamos afiliados que trabajaban todas la semana y ahora vemos que sólo lo hacen los fines de semana en el sector gastronómico”, explicó Fabio Cabellier, secretario general del Sindicato de Gastronómico, filial local.
“En este momento los empresarios gastronómicos se ven obligado a hacer un contrato eventual a los trabajadores, que sólo le garantiza el trabajo los fines de semana. Esto lo estamos viendo más este año que en el 2008”.
Si bien este sistema de contratación representa una merma significativa en el ingreso y más inestabilidad laboral al trabajador, aún no se registran despidos masivos en la actividad gastronómica local.
“Vamos a ver ahora en las vacaciones de invierno cómo viene el turismo, para poder tener un repute. Ojala el clima nos ayude”, dijo.
El comercio minorista
Las ventas minoristas cayeron 10,5% en mayo, según la CAME. Las cantidades vendidas por los comercios minoristas retrocedieron 10,5% en mayo frente a igual mes del año pasado, pero tuvieron un leve repunte en relación a abril. Se notó menos pesimismo en el público y eso ayudó a contener la caída que viene mostrando la demanda, obteniéndose un incremento mensual de 1,1%. Si bien la suba mensual no revierte la tendencia declinante del consumo, ayuda a encontrar un piso en esa caída.
El comercio minorista local hace todo lo posible para retener los puestos de trabajo, pese a los incrementos en los alquileres, costos salariales e insumos. Se cortaron las horas extras y hubo reducción de personal en algunas cadenas de supermercados.
“Tuvimos diez despidos en Supermercados Vea, pero fueron puestos de trabajo estaciónales”, remarcó Gustavo Vela del Sindicato de Empleados de Comercio local.
“También tuvimos un retiro voluntario donde cuatro trabajadores se acogieron en Carrefour, pero después no se registraron despidos en el comercio”.
Lo que preocupa al Sindicato hoy es el futuro laboral de los empleados de Bonesi y de Megatone, “que tenían el fideicomiso de las AFJP, pero por ahora no tenemos novedades con respecto a despido, pero seguimos de cerca ambos casos”.
Vela indicó que: “Estamos atravesando lo mismo que vivimos el año pasado. Lo que genera el carnaval en la ciudad, que inyecta dinero en la economía local, circula hasta tres meses después de terminado el espectáculo, y después el comercio ingresa en una meseta y comienza a recuperarse cuando comienza la primavera. Esto ha sido algo tradicional en la ciudad”.
Vela coincidió con Tofolón en el sentido que: “El bombardeo constante que vive la gente en este clima electoral de lo que puede llegar a pasar cuando el oficialismo dice una cosa y la oposición sale a desmentirlo, crea confusión en la gente y es cauta a la hora de gastar”.
No obstante, no todas son pálidas para el sector comercial, también hay inversiones en marcha, como la que lleva adelante Supermercados Malambo con la reforma que lleva adelante en la casa central de Av. Rocamora y 3 de Caballería, que generará más empleo, y se avanzan en las tratativas de la instalación de una sucursal de la cadena mayorista Yaguar en la ciudad.
La industria y el campo
En Gualeguaychú, los sindicatos más fuertes dentro del sector elaborador de materias primas son el Sindicato de la Carne y la Asociación de trabajadores de la Industria Lechera (ATILRA).
Dentro del sector de la carne, “el Frigorífico Rural, tuvo que pedir la garantía de reducción horaria a la Secretaría de Trabajo, pero no hubo despidos”, explicó Víctor Hugo Gelli, del Sindicato de la Carne local. La reducción de horas de trabajo, significan un deterioro en el salario del trabajador de 400 pesos menos por mes; no obstante, por intermedio de la Federación de la Carne, se le paga un monto no remunerativo de 400 pesos a los trabajadores que se encuentran bajo el sistema de garantía horaria, recomponiendo de esta manera su escala salarial.
En la industria lechera, Cotagú es una de las Pymes que en peor situación está, por ser víctima de la depresión y la constante intervención estatal en la cadena láctea nacional.
Actualmente, la Tambera cuenta hoy con 45 empleados directos y 300 puestos indirectos. Con el desfasaje de precios que hay hoy en la actividad, la cooperativa no puede hacer frente al costo salarial y el Ministerio de Trabajo de la Nación, le subsidia 600 pesos por sueldo de cada trabajador.
En este momento la firma láctea está pagando el sueldo a sus empleados en cuatro cuotas, debido a la dificultad que tiene para cobrar, y la capacidad disponible de producción de su planta. Cotagú puede procesar hasta 80 mil litros días y actualmente se encuentra en unos 40 mil litros diarios.
El campo, con sus magros resultados en las cosechas de maíz, trigo y la de soja de segunda, que si bien fue buena, los recursos obtenidos sólo servirán para afrontar los compromisos de endeudamiento del sector, son condimentos que retardarán aún más la reactivación económica, si no hay financiamiento.
Con la depresión del campo el transporte de carga sufrió una caída del 27,8% (influido también por el desplome del comercio a causa de la crisis global).
Otro síntoma claro del deterioro de la actividad económica fue aportado por la caída del 2,1% en el consumo de energía eléctrica, que acumuló así un descenso interanual del 0,9% en los primeros cuatro meses del año.
El Parque Industrial
Gualeguaychú cuenta con el Parque Industrial más grande de la provincia, donde funcionan 28 empresas y genera 1301 puesto de trabajo directo y 3 mil indirectos.
Tampoco se registraron despidos masivos, pero sí hubo reducción horaria y en la gran mayoría de las empresas se recortaron las horas extras.
Las firmas más afectadas por la crisis son aquellas ligadas a la industria del autopartismo como Unión Bat, que estuvo desde noviembre hasta febrero con la planta prácticamente paralizada, lo que obligó a la suspensión temporaria de los trabajadores. El Estado Nacional, subsidia en este momento parte del sueldo de los trabajadores. No obstante, desde el mes de abril la producción en Unión Bat intenta recomponerse lentamente.
En el sector textil, como Rontaltex, y la Cooperativa Textil, ubicada en Urquiza al Oeste, se notan buenas señales de reactivación en la actividad.
“En este momento estamos trabajando bastante bien, a nosotros nos mandan la materia prima y cobramos la fabricación de la tela. Por ahora estamos trabajando bien y la cadena de pago no se ha roto”, explicó Jorge Velázquez, socio de la Cooperativa Textil.
Fuente: El Argentino