El gobierno provincial quiere avanzar en todas las cadenas y evitar el desfinanciamiento de los productores

El esquema se toma mirando el límpido cielo cordillerano de Mendoza, donde el granizo pone en riesgo los viñedos cada dos por tres y el Estado provincial exige poseer el seguro obligatorio para ser incluido en cualquier política de promoción que se desarrolle hacia el sector.
Apoyados en el aporte de sus técnicos que evaluaron estrategias similares de seguro para productores rurales de escala familiar en los países de Latinoamérica, el martes 9 de junio, la Secretaría de la Producción convocó a las compañías de seguro que operan en la provincia y se les explicó que la iniciativa, a la que consideraron interesante, se canalizaría por el Instituto del Seguro de Entre Ríos ya que no es muy seductora para los privados.
El Ejecutivo Provincial consiguió que la Sagpya (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación) se comprometiera a subsidiar el 50 % de la póliza de hasta 200 hectáreas de siembra de trigo –cultivo elegido en la primera etapa por la época del año y el interés político para su desarrollo- y lanzó la preinscripción que, aunque no signifique que el productor quede obligado asegurarse, tiene dos objetivos: a) los reaseguradores necesitan saber cómo se distribuye geográficamente el interés para determinar la prima ya que a mayor concentración de productores mayor riesgo, y b) de esto dependerá el flujo que deberá aportar la Sagpya para esta etapa triguera en Entre Ríos.
Luego de una reunión con las cooperativas, se decidió extender el beneficio hasta quienes siembren hasta 400 hectáreas, pero el subsidio de póliza se mantiene en el 50 % de 200 hectáreas, es decir, 100 hectáreas, en tanto que el productor está obligado, al menos, a asegurar 100 hectáreas más.

NÚMEROS. De acuerdo a los números que ponderan en la Secretaría que lidera Roberto Schunck, una hectárea bien manejada de trigo requiere una inversión que ronda los 1.300 pesos, y se decidió establecer un promedio de producción de 26 quintales, de acuerdo a la performance de las últimas tres campañas.
Con esto, el Estado cubre un costo de 700 pesos, es decir hasta una producción de 13 quintales. De manera que si un productor siembra 200 hectáreas –se estima que la mayor parte de los productores ronda esta superficie- invertirá unos 260 mil pesos, y como tiene la obligación, al menos, de cubrirse por 200 hectáreas con el seguro, estaría recibiendo, según los números de Schunck, unos 144.000 pesos en caso de una catástrofe climática y que el productor pierda toda su cosecha.
En caso, por ejemplo, de que el productor se vea afectado por algún fenómeno climático (el seguro multiriesgo comprende ocho categorías: sequía, granizo, lluvias excesivas, falta de piso, viento mayor al promedio, helada, inundación y altas temperaturas) y sólo puede cosechar 10 quintales por hectárea de trigo, el Instituto del Seguro le cubrirá los tres quintales restantes.
Se estima que esta medida tiene un costo que oscila el 2 % de los costos totales de los productores, y lo innovador estaría en que con sólo 7,15 % -tasa final luego de una controversia suscitada por el precio final entre Producción y el Instituto donde se impuso el criterio de primero a partir de cómo jugaría el IVA en la ecuación- el productor se cubre del 50 % del costo de producir, y en “en el peor de los casos, suponiendo que hubiere una catástrofe climática, tendrá fondos para volver a producir”, aseguraron desde la Secretaría de la Producción.
Y allí reside el nudo gordiano del problema. Si por alguna razón el clima atenta contra la campaña y el productor se descapitaliza en caso de pérdida total –algo de eso pasó con la sequía en esta campaña- volverá al Estado a pedir subsidios para volver a producir.
De allí que desde el Ejecutivo se proponen –explican los técnicos- tres objetivos: a) dar un marco y horizonte de mayor certidumbre al productor porque las condiciones climáticas inestables hoy atentan contra un proyecto a largo plazo; b) mejorar la intención de siembra en la provincia al asegurar una cobertura de los costos productivos y c) fomentar la concientización de prácticas racionales, ya que también se buscará un buen manejo sino la compañía aseguradora no los califica.
Con esto, el Gobierno apuesta al objetivo político de que en un mediano plazo se erradiquen los subsidios a las actividades productivas, de allí que se ha ya conversado con el secretario de Agricultura de la Nación, Carlos Cheppi, que el trigo en Entre Ríos sea una prueba piloto y se vaya extendiendo a otros cultivos con el tiempo, incluso pensaron en la citricultura –ya se había trabajado en un proyecto para el sector- la madera, y todos los otros encadenamientos.

OFERTA. El mercado casi no tiene este tipo de seguros, y sólo existen muy pocos que tuvieron balances negativos. De allí que se haya apelado al Instituto del Seguro para la operatoria. Schunk explicó que en una primera etapa abarcará “explotaciones agropecuarias de hasta 400 hectáreas, y la idea es que el Gobierno de la provincia se haga cargo del 50 % de la prima, hasta 200 hectáreas”. El funcionario dijo que la Provincia contribuirá con 5.000 pesos para el productor que siembre 200 hectáreas, “y si le fracasa, ese productor recibirá alrededor de 144.000 pesos”, detalló. A modo de ejemplo, señaló: “Aquel que siembra trigo por 200 hectáreas tiene un costo de 10 mil pesos de prima, entonces la Secretaria de la Producción se hará cargo de 5 mil pesos y el productor de los otros 5 mil. Si se produce sequía y fracasa la cosecha, el productor recibirá 144 mil pesos, en el caso de que siembre 200 hectáreas”.
Asimismo, el funcionario dijo que con ese seguro se hará “una cobertura de 40 mil hectáreas destinada al pequeño y mediano productor”.
En el caso que el vaticinio de Schunck se cumpla, si mil productores cumplen con la cobertura de 40 mil hectáreas, se estarían llegando a la cifra de 28 millones de pesos de cobertura, y eso deberá pagarse en caso de que una catástrofe borre todos los cultivos.
Desde la provincia dicen que hicieron un esquema para que después “nadie venga a reclamar subsidios, por eso queremos que la cobertura se posicione en pequeños y medianos productores. La idea es eliminar todos los subsidios, e ir progresivamente avanzando”, confiaron los funcionarios.
Esta iniciativa, para 40 mil hectáreas, alcanza al 13 % del riesgo al que estuvo expuesto el cultivo en la campaña anterior, que fue de 265.000 hectáreas. Sin embargo el oráculo productivo para este año es aún incierto y no se sabe en cuánto disminuirá la superficie sembrada –algunos dicen que podría subir, pero hasta ahora sólo se ha sembrado por estímulo de algunos molinos harineros preocupados por un futuro sin trigo en Entre Ríos- lo que dependerá de cuánto llueva al momento que se esté leyendo este artículo, ya que nos encontramos en el límite de la decisión productiva.

Un negocio de 30 millones y un “aporte social” del Iapser

El monto asegurado total, de acuerdo a las estimaciones oficiales, rondará los 28 millones de pesos en el seguro multiriesgo climático. Este tipo de seguro no existe en el mercado, y fuentes confiables aseguraron que lo poco que hubo tuvo un déficit del 8 % durante 2008. Entonces: de quién es el negocio, si las compañías privadas no están interesadas en incursionar.
Aquellos pocos productores que aseguran en el mercado con pólizas similares, pagan hoy todo de su bolsillo y aunque el costo del seguro no es menor en el balance de costos, la opción resulta para el pequeño de no contar con flujo para la próxima campaña en caso de sequía o siniestro. Allí se centra la apuesta del Gobierno la que considera “una buena posibilidad”.
En principio, el negocio está claro que no es del Instituto del Seguro, que ni siquiera podrá brindar el salir pato, ya que se estima habrá “un mínimo déficit en el aspecto operativo, pero vamos a pelear para que podamos cubrir los costos. Como aseguradora estatal nuestro rol es ir más allá de lo estrictamente comercial, y hacemos un aporte al Estado que ya subvenciona el 50 % de las primas”, aseguró a EL DIARIO Enrique Arónica, asesor del directorio y uno de los hombres que llevó técnicamente adelante la operatoria. En el caso que no pierda, pero tampoco gana, algo tan necesario para las arcas de la compañía provincial que ha solicitado ampliación de presupuestos del Estado en dos oportunidades. Pero el Gobernador quiere llegar con este seguro para el campo y se entiende como prioritario “un necesario aporte que el Estado hace para el sector”, aseguró un vocero, en una particular lectura financiera.

Fuente: El diario

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