Uno de los principales trabajos de investigación que permitió llevar a la cárcel a Bilbao fue el realizado por el fiscal de la Cámara del Crimen de Concordia, Carlos Larrarte.
Un dato a destacar es que la madre de la pequeña víctima, esto es, la pareja o concubina de Bilbao, sigue manteniendo relación con este y, con motivo de la Casación presentada al STJ, hace 15 días estuvo en Paraná. Fue en esa oportunidad en que el niño (que al momento de la violación tenía 9 años y ahora 11), quiso ingresar a la Unidad Penal y el Defensor de Menores, Benítez (que ejerce la tutela) lo impidió. Toda esa familia vive actualmente en San Juan, en rigor, desde donde fueron siempre hasta que el médico oftalmólogo se instaló a trabajar en una conocida clínica de Ojos de Concordia ubicada en calle Buenos Aires y de donde obviamente debió irse una vez descubierto su delito.
El nombre que Bilbao utilizaba en las páginas pedófilas de Internet era el de “Antílope” y a su hijastro y víctima lo hacía llamar “Antilopito”. Con ese nombre de fantasía lo buscaba la justicia española, según lo confirmó a DIARIOJUNIO, el Defensor, Benítez.
Quienes decidieron el Recurso de Casación presentado por Bilbao y que solo logró la confirmación del fallo de la Cámara del Crimen de Concordia, fueron los integrantes de la Sala Penal del STJ, esto es, Carlos Chiara Díaz, Daniel Carubia y Claudia Mizawak.
HISTORIA
El caso que explotó ayer con estas detenciones se había iniciado en la ciudad de Concordia, provincia de Entre Ríos, hace dos años. Allí, el 25 de junio de 2007, la policía local detuvo a un reconocido médico oftalmólogo luego de que fuera denunciado por su propia esposa.
«La mujer -concubina- dijo que durante uno de los periódicos viajes que su marido hacía con el hijo de ocho años de ella, encontró en el cuarto del nene fotos en los que ambos estaban desnudos». El médico, hoy de 49 años, fue detenido y condenado a principios de este año a 12 años de prisión por «corrupción de menores agravada». La Justicia determinó que durante el juicio oral quedaron demostrados los abusos, y que la víctima «mostraba síntomas psicosomáticos, miedos, alteraciones en el sueño y trastornos en la identidad sexual».
Cuando el oftalmólogo fue detenido -por orden del juez entrerriano Alejandro Garay- también se secuestró su computadora. Fue con los datos que había en ella que se llegó a la conexión bonaerense de la banda, detenida ayer.
«Los viajes de pesca que el hombre le decía a su esposa que hacía con el nene, eran en realidad encuentros que se realizaban en Buenos Aires con los otros pedófilos. Cada uno llevaba a un chico y luego el grupo iba a alguna de las casas de los imputados», agregaron los investigadores.
Con los datos de internet (el oftalmólogo tenía el nombre clave de «antílope» en boylover.net) se comenzó a identificar a los integrantes de la red de pedófilos con los que se juntaba.
