La albañilería tiene sus particularidades. Si bien, en los últimos años se ha incorporado tecnología a la construcción, por lo general, un obrero padece un gran agotamiento físico propio de las tareas que se le encomiendan.
Polvillo en el aire; ruidos de máquinas hormigoneras y amoladoras durante toda la jornada laboral; el sonido de martillos golpeando paredes o madera son algunos factores que diariamente enfrentan los albañiles. Además, del traslado de elementos pesados como ladrillos, arena o piedras. Haga frío o calor. Sólo lluvia puede retrasar las tareas programadas.
Comparando con el régimen jubilatorio ordinario baja 10 años la edad (65 a 55 años) y los servicios con aportes cinco (30 a 25 años).
Nuevos requisitos. La Ley que entró en vigencia el 1º de abril determina que los trabajadores deben acreditar 25 años de aportes, de los cuales de los últimos 15 años, 12 años deben haber sido desempeñados en la construcción.
Estos requisitos se aplicarán en forma gradual. Este año, podrán jubilarse los que tengan 60 años. En 2010 con 57 años, en 2011 a los 56 años y en 2012 queda fijo en 55 años. Esta reducción de 10 años en la edad y cinco de aportes se financiará con una contribución patronal adicional que arranca en 2009 en el 2% del salario y sube hasta el 5% a partir de 2012. Estimaciones realizadas determinaron que un obrero cobraría una vez jubilados entre 1.100 y 1.200 pesos. Esta suma podría aumentar, según los años aportados por cada trabajador, pero aún falta la reglamentación que permitirá precisar cómo se calculará el haber inicial.
Por otra parte, la ley establece que a partir del segundo año de vigencia de esta ley –2010–, los trabajadores incluidos en el presente régimen que alcancen la edad requerida y se encuentren en condiciones de acceder al beneficio jubilatorio, podrán continuar en la actividad hasta que cumplan 60 años.
La nueva norma no cayó bien en el sector empresarial. Muchos dueños de contructoras, que prefirieron no hacer declaraciones públicas, señalaron que “es un momento de crisis para aumentar el aporte patronal, pero bueno, no hay otra salida”.
“Conquista gremial”. Miguel Taborda, secretario de Organización de la Unión Obreros de la Construcción de la República Argentina (Uocra) calificó la Ley como una “conquista gremial importantísima”. Sin embargo, la puesta en funcionamiento tendrá dificultades. El gremialista explicó a UNO: “Una de las dificultades que vamos a encontrar es que hay muchos trabajadores con la edad para jubilarse, pero no llegan con los aportes”, y agregó: “Muchos empezaron de muy jóvenes, pero de manera informal”.
Taborda subrayó que el gremio viene trabajando desde hace mucho tiempo para que salga la Ley. “Es una Ley justa”, afirmó el sindicalista que comparte la comisión directiva del sindicato conducido en Entre Ríos por Walter Doronzoro.
Por otra parte, Taborda se refirió a los controles que realiza la Uocra con la Dirección Provincial del Trabajo para evitar la explotación de los obreros. “La situación está controlada, pero tenemos algunos empresarios inescrupulosos que sólo piensan en las arcas de ellos”, no obstante aclaró: “Estamos haciendo todos los controles posibles”. Sin embargo, no dejó de reconocer que “la ley nos ayudará a blanquear más trabajadores”.
Mujeres aLBAÑILES. Las casi 10 mujeres dedicadas a la albañilería en Entre Ríos, según datos oficiales del sindicato, también son alcanzadas y por la nueva legislación.
En el caso de la mujeres, la gradualidad no será aplicable, ya que puden acceder al beneficio a los 55 años, a partir del 1º de abril. Desde Uocra, se comentó que las mujeres se dedican a la colocación de pisos, azulejos. En ese orden, Taborda comentó que “ahora comienzan cursos para revestimiento dictados para mujeres”.
Una de cal y otra de arena
UNO recorrió seis obras en construcción ubicadas en la capital entrerriana. Allí, recogió la opinión de los trabajadores. Mientras que algunos sacaban cuentas de los años que le faltan para retirarse de la actividad, otros se lamentaban por la falta de años de aportes. También estaban aquellos que desconocían totalmente la nueva legislación. En la Argentina, este beneficio alcanza a unos 300.000 trabajadores. Mientras que en Entre Ríos abarca a 8.000 obreros, de los cuales 10 son mujeres (niguna de Paraná, según Uocra) que se dedican a la colocación de pisos y azulejos.
Los trabajadores recibieron con “beneplácito” la buena nueva, pero muchos saben que por haber trabajado muchos años en negro deberán esperar para jubilarse.
