Según lo relata El Diario, fuentes oficiales respondieron que “se sabía que el muchacho salió de su casa, en jurisdicción de San Benito, pero en cercanías de ruta 18, en una motocicleta en la que acostumbraba a llegar a la casa de un tío, la dejaba y allí tomaba el colectivo que lo llevaba hacia la escuela. En la institución escolar dijeron que no había llegado y que, a diferencia de lo que habrían conocido los padres de boca del adolescente, de que adeudaba quizá un par de materias, eran más las que debía superar para seguir cursando”.
“Se confirmó también que llegó en la moto a la casa de su tío, quien lo vio salir con sus elementos rumbo a la parada del colectivo, con toda normalidad”, mencionó la fuente.
Mientras estas averiguaciones y confirmaciones se complementaban, para conocer los movimientos que había efectuado el chico esa mañana, técnicamente se supo que la comunicación que recibieron los que informaron el supuesto secuestro a la policía se habría efectuado desde una telecabina muy cercana a la terminal de ómnibus de Paraná, lo que distaba mucho de ser un lugar donde alguien podría estar encerrado sin conocer donde era, como supuestamente había trascendido.
Fue así que se efectuaron otra serie de sondeos y averiguaciones, tratando de hilvanarse una serie de probabilidades, entre domicilios de amigos, parientes u otros allegados en donde podría refugiarse un chico, supuestamente asustado por una posible represalia ante un fracaso en exámenes y de esta manera, una de las tareas de Inteligencia marcó la probabilidad de que pudiera buscar refugio -entre otras- en la casa de un abuelo en la zona de Cerrito.
Fue así que algunas patrullas que salieron a efectuar un relevamiento de la zona, encontraron al pibe cuando se dirigía a paso firme hacia la mencionada localidad, donde probablemente trataría de buscar cobijo y de quemar algunas horas quizá empujado por el propio miedo a cualquier castigo.
Finalmente, consultado sobre todas estas versiones, el mismo jefe de Policía de Entre Ríos, Roberto Massuh, dijo que el chico confesó que todo había sido un invento y que en ningún momento estuvo secuestrado ni en riesgo alguno.
